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capítulo
6
Ecosistemas ESTADO DEL marinos
MEDIO AMBIENTE EN CHILE 2002
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Hoy día, por problemas de pérdida de biodiversidad a escala mundial
(Gaston, 2000) los conceptos de cierre de áreas están más ligados visiones
ambientales que buscan la mantención de los procesos naturales y servicios
ecosistémicos. Estos objetivos han sido impulsados en el ámbito de organizaciones
internacionales (Tegner & Dayton, 1999), inspirados en el creciente
incremento de la intervención humana en todos los ecosistemas, incluyendo
los marinos, y los fracasos de las políticas pesqueras en el mundo, ya que
se ha mostrado que explotar especies de invertebrados o peces produce
efectos en cascada que se propagan a toda la comunidad biológica (Moreno
et al. 1984; Bostford et al. 1997; Frid et al. 1999).
Pero, además, con estudios de parámetros básicos, en los cuales se
fundamentan los estudios de evaluación de recursos, son claves. Por ejemplo,
en el estudio de Gebauer y Moreno (1995) sobre el crecimiento del
erizo en la Reserva Marina de Mehuín, se encontraron longevidades de 11 a
12 años en los individuos más viejos. Todos los estudios previos consideraban
sólo individuos de hasta 5 o 6 años, debido a que tomaban sus muestras
en sectores explotados, donde los individuos grandes ya habían sido
explotados. Así un sistema complementario de AMERB’s, Reservas y Parques
marinos proveería fundamentos ecológicos para conservar no sólo las
especies explotadas, ni las importantes en el funcionamiento de las comunidades,
sino además las especies redundantes o raras. En forma gráfica esta
propuesta se visualiza como se presenta en la figura B.
Se sabe que con crear Reservas y/o Parques marinos el problema por sí
solo no se resuelve, pero si estas AMP se suman a las AMERB en un solo
sistema de áreas marinas protegidas se podría crear un sistema que cubra
suficiente área de fondo marino para mantener cuidada y protegida una
proporción importante de reproductores de todos los tamaños. Sin duda en
los Parques marinos, como áreas dedicadas exclusivamente a la reproducción
de recursos y mantención de la biodiversidad (y estudios científicos),
estarán los ejemplares que más contribuyan a repoblar la zona costera de
sus recursos típicos.
¿CUÁNTA ÁREA DEBE TENER EL SISTEMA DE AMP?
El problema es determinar cuánta área es una proporción significativa
y qué es un hábitat representativo. El grupo PDT (1990) en
Estados Unidos, concluyó que para reestablecer una población sobre-explotada
se necesita al menos entre el 30 y 40 % de la biomasa
desovante original, y sugiere, por analogía, que hay que proteger
al menos 20 al 30% del hábitat total ocupado por esa especie. Sin
embargo, el modelamiento de poblaciones y posteriores proyecciones
estocásticas, usando los datos de varias especies marinas de
parámetros conocidos (fecundidad, mortalidad natural etc.), sugieren
que una mayor proporción (en algunos casos por sobre el 50%)
del hábitat debe ser incluido en reservas para lograr dichos propósitos
(Attwood & Bennett, 1995; Man et al., 1995; Holland & Brazee,
1996; Lauck, 1998). Además, todo depende del tiempo requerido
para la recuperación de cada población. La recuperación de comunidades
intermareales para un estado similar al original, sin intervención
humana, podría llevar de 8 a 12 años (Moreno, 2001)
partiendo de stocks de reproductores cercanos. Entonces la parte
crítica es mantener una proporción precautoria de adultos reproductivos
de todas las edades en su hábitat natural.
Cuando el objetivo de las reservas es controlar el esfuerzo pesquero,
proteger una pesquería específica y/o sustentar una nueva pesquería,
el diseño de la reserva debería tomar en cuenta las estrategias de la
historia de vida de las especies involucradas. La mayoría de los trabajos
en Reservas Marinas han sido orientados hacia especies relativamente
sedentarias con larvas de amplia dispersión. En tales casos, la estructura
espacial de las poblaciones, las relaciones entre parches y sus capacidades
de dispersión, han sido determinadas como cruciales para diseñar
Figura B. Propuesta de un Sistema Nacional de Áreas Marinas
Protegidas (SNAMAP) de Castilla (2000), en base una combinación
de áreas de manejo, reservas marinas y parques marinos.
1 Marine Reserves Task group S.A., 1997; Plan Development Team, NOAA, USA, 1990), o sobre sus problemas de administración, como ocurrió en Chile en
1998 (Parques Marinos: un desafío de administración. SERNAPESCA, 1998).