Memoria y Balance General 2010 - Bolsa de Comercio de Rosario

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. Durante los días 27, 28 y 29 de octubre del corriente año, el mercado de maíz en
el recinto de operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) funcionó con
la presencia normal de vendedores y de compradores, quienes concretaron un significativo
número de transacciones a un único precio, más allá del marcado interés de
la oferta de ofrecer volúmenes superiores a los tomados por la demanda.
. La Subcomisión de Semana actuante, integrada con representación equilibrada
de sectores de la oferta y la demanda, en función de las declaraciones voluntarias
presentadas por los operadores, al considerar que dichas transacciones eran representativas
de la realidad del mercado en la plaza Rosario, resolvió establecer Precios
Cámara para maíz de acuerdo a las pautas reglamentarias.
. Con posterioridad a la publicación de los precios determinados, ningún sector interviniente
formuló pedidos de reconsideración, incluido el sector acopiador.
. Los precios que informan las Cámaras Arbitrales tienen carácter orientativo, no
siendo obligatorios para las partes en ningún segmento de la comercialización, salvo
pacto expreso en contrario (artículo 3º - Decreto PEN 1058/99).
. Ni el Reglamento del Mercado Físico de Granos de la BCR, ni los reglamentos de
esta Cámara prohíben que las ofertas de compra puedan ser limitadas a un cupo por
vendedor.
. Durante los días mencionados hubo un muy importante número de fijaciones por
parte de vendedores en contratos pactados a fijar precio que fueron respetados por
los compradores.
Lamentamos los conceptos erróneos, injustos y ofensivos de un sector de la cadena comercial
al expresar su desacuerdo con el criterio adoptado. Entendemos que las distorsiones
que se viven en el mercado están provocadas por la intervención del Estado en
la comercialización, pero las instituciones no pueden ignorar sus propios reglamentos.
Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario
Memoria 2010
Mercado de Trigo 2009/10
En plena etapa de recolección del trigo de la campaña 2009/10, el mercado no ofrecía a
los productores la posibilidad de comercializar su producción, a pesar de los muy escasos
volúmenes de cosecha. Esto se debió a que no aparecían –excepto en mínima proporción–
compradores en el mercado, ni de la industria molinera ni de la exportación, que
en este último caso había cubierto la casi totalidad de sus cupos de ventas al exterior
(ROEs Verdes) con tenencias anteriores y acotadas adquisiciones.
La situación preocupó seriamente ya que los productores, en general, estaban necesitados
de vender su mercadería para saldar las deudas contraídas a lo largo del ciclo y para
afrontar los gastos de siembra de la soja de segunda.
Este estado de cosas derivaba del acuerdo suscripto por las empresas exportadoras con
las autoridades nacionales el 10 de setiembre de 2009, que impedía que la exportación y
la industria molinera compieran en el mercado, al asegurarle a la molinería el volumen
de trigo suficiente para abastecer el consumo interno total y las exportaciones de harina
(fijado en 6.500.000 toneladas). También posibilitaba a los exportadores que obtuvieran
autorizaciones de venta al exterior (ROEs) que no tuvieran que competir por sus compras
de trigo, al tener garantizada la disponibilidad de la mercadería en cualquier momento
al precio (FAS teórico) que publicaba diariamente el Ministerio de Agricultura.
Los molinos harineros contaban con existencias de materia prima para sus necesidades
de corto plazo y enfrentaban además problemas financieros por el atraso en el pago de
las compensaciones por parte de la ONCCA. Consecuentemente, se estimaba que sólo
comprarían en el mercado conforme a sus estrictos requerimientos de producción y en la
medida de sus posibilidades financieras.