Memoria y Balance General 2010 - Bolsa de Comercio de Rosario

En el comienzo del acto, el Presidente Jorge E. Weskam, se dirigió a los presentes en los
siguientes términos:
“El trabajo comprometido de varias generaciones, a lo largo de un siglo y cuarto, han
hecho de la Bolsa de Comercio de Rosario una de las instituciones más reconocidas de
nuestro país.
Transcurrían las últimas décadas del siglo XIX cuando las fuerzas y el empuje de un
intenso comercio de mercancías y servicios, avanzaban inconteniblemente en Rosario,
recientemente convertida en ciudad, y se extendían hacia el interior del país por el ímpetu
de las corrientes de inmigrantes.
Esta situación inspiró a los hombres de negocios de entonces a organizarse para canalizar
ese movimiento mercantil y darle un marco institucional. Fueron éstos los primeros pasos
orientados a poner en práctica la idea de crear una Bolsa, capitalizando las experiencias
de las principales ciudades europeas y de Estados Unidos, protagonistas claves en el desarrollo
de las naciones.
En esas circunstancias, con imaginación y mucho esfuerzo, en el contexto de una Nación
expuesta a profundos cambios y en franca evolución, el 18 de agosto de 1884 un centenar
de comerciantes rosarinos, resuelven fundar una nueva entidad que dieron en llamar
Centro Comercial del Rosario de Santa Fe, que quince años después cambiaría su nombre
por el definitivo de Bolsa de Comercio de Rosario.
La historia de nuestra Institución, más allá de los vaivenes impuestos por acontecimientos
traumáticos que caracterizaron muchas épocas de la vida de la Patria, ha sido una
trayectoria de éxito. Porque supo invertir en ideas, en formación de capital humano;
porque mantuvo una visión de futuro y la capacidad de planear y desarrollar un accionar
en esa dirección. Supo anticiparse y responder a las circunstancias cambiantes, a
los retos y a los tropiezos; afrontó riesgos y respondió con desarrollo organizacional y con
esfuerzo empresario.
Esta Casa es ejemplo de lo que la actividad privada puede alcanzar cuando la guía una
óptica de largo plazo, al asumir compromisos con la comunidad, al responder a los desafíos
con creatividad e innovación, con profesionalismo y con calidad.
La Bolsa de Comercio de Rosario ha sido, desde su fundación, no sólo testigo, sino protagonista
y actora del acontecer económico, social y cultural del país, llevando siempre en
su mensaje el sentir del interior, el parecer de la región que la vio nacer. Su opinión se exteriorizó
en publicaciones, en declaraciones, en presentaciones ante los poderes públicos,
en las que, con notable coherencia, defendió la libertad de contratación, la vigencia de
mercados abiertos y transparentes para el progreso de la sociedad, y bregó por la ejecución
de las obras de infraestructura fundamentales para el crecimiento económico.
Aún en períodos de turbulencias políticas o de intervencionismo estatal, y a riesgo de
sufrir represalias, sostuvo sus convicciones y custodió sus principios, lo que contribuyó a
cimentar su prestigio y su representatividad.
Su voz no fue sólo su voz, sino la expresión del pensamiento de quienes, desde su labor
en el campo, en el comercio y en las industrias de la Argentina profunda, vieron en ella
el intérprete de sus problemas y necesidades, el representante que podía liderar la defensa
de sus legítimos intereses.
Sus funciones naturales han sido las de impulsar la creación y el perfeccionamiento de
mercados de productos, de capitales y de activos / para la formación de precios transparentes,
ofreciendo un marco de seguridad y un ámbito imparcial y eficaz para dirimir
diferencias, facilitando así el crecimiento del comercio / y la canalización del ahorro
privado hacia inversiones productivas.
Así como hace 125 años, su principal misión estuvo dirigida a esbozar y consolidar condiciones
para el ordenamiento del comercio aún antes de que surgieran las leyes y normativas
del Estado, hoy, con el elocuente aval de la experiencia lograda, la Bolsa –que
no es otra cosa que la exteriorización de la actividad privada organizada– está dispuesta
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Memoria 2010