Memoria y Balance General 2010 - Bolsa de Comercio de Rosario

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Memoria 2010
Para ello deberán contar con el ahorro necesario para su financiamiento. El mismo lo podrán
hallar dentro de sus fronteras o, en su defecto, si aquel es insuficiente, asegurando
un ambiente de negocios amigable y proveyendo seguridad jurídica para atraer capitales
que sean expulsados del primer mundo por sus bajas perspectivas de rentabilidad.
En este contexto, se presentan interesantes posibilidades de desarrollo para nuestro país,
tornándose imperioso que esta vez sean aprovechadas. Sin embargo, debe recordarse que
el progreso económico de la Argentina no depende con exclusividad del devenir de la
coyuntura internacional, sino que el mismo está determinado fundamentalmente por
las políticas locales.
En las actuales circunstancias, la marcha de la economía argentina, saludable desde el
punto de vista fiscal y de buenas cuentas externas, sumado a un óptimo nivel de Reservas
Internacionales, parecería estar preparada para enfrentar el panorama mundial. De hecho,
son las fortalezas que le han permitido, hasta el momento, resistir a los episodios de
pánico procedentes desde el exterior.
No obstante, el contexto no se presenta totalmente prometedor, porque si bien se espera
una muy fuerte demanda para nuestros productos de exportación, es preciso estar preparados
desde el punto de vista productivo. Sólo así se podrá atender a la fuerte expansión
de la demanda externa.
Por ejemplo, en materia agropecuaria, se torna necesario un pronto predominio de los
mecanismos de mercado como asignador de recursos, por su eficiencia y su capacidad
de generar transparencia. Adicionalmente, se requieren políticas estables que eliminen
la incertidumbre y el recelo de los empresarios en general. La infraestructura de transporte
es también otra cuenta pendiente. En ganadería, además, es necesario tomar medidas
que permitan recuperarse de la drástica reducción en el stock de los últimos años,
generando incentivos para alentar la producción sectorial. Finalmente, en los sectores
energéticos, la escasa inversión de los últimos años y la fuerte presencia de subsidios
del Estado han generado un nivel de distorsión que puede tomar varios años superar.
En este sentido, es preocupante la caída en las reservas de petróleo y gas y la falta de un
plan que revierta esta situación a mediano plazo. Es necesario dar paso a una política que
genere incentivos a la inversión, habida cuenta de que el gas es un insumo crítico para el
desarrollo industrial futuro.
En la medida en que los términos de intercambio continúen favorables habrá una fuente
de financiamiento fiscal que, sin embargo, no es ilimitada, pues claramente lleva en el
largo plazo a un agotamiento de la fuente. Por lo tanto, en el mediano plazo sería conveniente
reemplazar los tributos que desincentivan la producción por impuestos menos
distorsivos, redirigiendo el sistema tributario hacia un predominio de los gravámenes a
la renta y el patrimonio.
La incertidumbre y el acentuado intervencionismo estatal tienen su manifestación más
explícita en el proceso de aumento sostenido y generalizado de los precios. El financiamiento
por vía inflacionaria, con las severas consecuencias que genera sobre la economía
en términos de ineficiencia y distorsión de precios relativos, debería ser sustituido por
tributos genuinos. El principal desafío pasa por encarar un plan que sea lo menos perturbador
posible para la sociedad.
Naturalmente, es difícil para cualquier administración resignar recursos fiscales y ello
sólo será posible si el país supera la falta de crédito internacional y se muestra receptivo
a la inversión extranjera. Pero, afortunadamente, a diferencia de otras épocas, en esta
ocasión se puede manifestar que las oportunidades para el desarrollo de nuestro país
existen, sólo debe encontrarse el mejor modo de aprovecharlas.
El plano institucional
La BCR mantuvo, a lo largo del ejercicio, una intensa actividad de relacionamiento con
autoridades nacionales y provinciales, con legisladores de los distintos partidos políticos,