Memoria y Balance General 2010 - Bolsa de Comercio de Rosario
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Mensaje<br />
El contexto internacional<br />
Durante el período agosto 2009 – julio <strong>2010</strong>, el foco <strong>de</strong> atención se situó en torno<br />
a cuándo podría darse por comenzada la recuperación económica y si ésta tendría la<br />
suficiente fortaleza para mantenerse en el tiempo, en un contexto don<strong>de</strong> las señales <strong>de</strong><br />
Estados Unidos no eran <strong>de</strong>l todo claras, mientras que Europa parecía <strong>de</strong>rrumbarse justo<br />
cuando se creía que lo peor ya había pasado.<br />
La crisis económica que comienza a manifestarse en EE.UU. a fines <strong>de</strong>l 2008, se contagia<br />
a gran parte <strong>de</strong> las principales economías <strong>de</strong>l mundo y se la combate con sendos<br />
programas <strong>de</strong> estímulo financiero y fiscal tanto en Estados Unidos como en Europa.<br />
Estos programas permitieron acortar la duración <strong>de</strong> la crisis y evitar la repetición <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>vastadores efectos <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> 1929. Para la segunda mitad <strong>de</strong>l 2009, en Estados<br />
Unidos existía cierto consenso acerca <strong>de</strong> que se había tocado el punto más bajo y el <strong>de</strong>bate<br />
se centraba en cuándo se retomaría el crecimiento y qué velocidad mostraría el mismo.<br />
Durante el período analizado en este informe, la Reserva Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Estados Unidos<br />
(Fed) mantuvo las tasas en 0,25 puntos porcentuales (pp) y aseguró que las mantendría<br />
en ese nivel hasta tanto el crecimiento económico no mostrara mayor fortaleza. Se ocupó,<br />
a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> inyectar liqui<strong>de</strong>z en la economía mediante la compra <strong>de</strong> bonos. Todo ello<br />
ponía en evi<strong>de</strong>ncia que la “recuperación” estadouni<strong>de</strong>nse mostraba una alta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> los estímulos <strong>de</strong>l gobierno, convirtiéndose el momento i<strong>de</strong>al para abandonarlos en<br />
tema <strong>de</strong> un álgido <strong>de</strong>bate. Por un lado, se temía que <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> los estímulos <strong>de</strong>masiado<br />
pronto socavara el reciente crecimiento; pero, por el otro, se advertía que seguir con<br />
esta política <strong>de</strong>masiado tiempo podría exacerbar un proceso inflacionario.<br />
En diciembre <strong>de</strong> 2009 se anunció el primer dato trimestral <strong>de</strong>l PIB en Estados Unidos<br />
que registrara un alza, arrojando un crecimiento <strong>de</strong>l 2,2% en el tercer trimestre, el cual<br />
trepó al 5,7% en el cuarto trimestre <strong>de</strong>l año. Sin embargo, en los seis meses siguientes<br />
se vio que el talón <strong>de</strong> Aquiles <strong>de</strong> la recuperación estadouni<strong>de</strong>nse serían el sector <strong>de</strong> las<br />
viviendas y el mercado <strong>de</strong> trabajo, haciendo que el ritmo <strong>de</strong> la recuperación económica<br />
fuese más débil <strong>de</strong> lo que se esperaba inicialmente.<br />
Ya en el <strong>2010</strong>, cuando parecía que los programas <strong>de</strong> estímulo comenzaban a rendir<br />
frutos en EE.UU., se dispara el pánico por los problemas <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda en algunos países<br />
<strong>de</strong>l continente europeo. Los que primero registraron turbulencias económicas fueron<br />
coloquialmente agrupados bajo el acrónimo PIIGS (por sus siglas en inglés, Portugal,<br />
Irlanda, Italia, Grecia y España), a los que luego se le sumaron Inglaterra (si bien registraba<br />
problemas en las finanzas públicas, su soli<strong>de</strong>z económica estructural la colocaba<br />
en otro nivel) y Hungría.<br />
Pese a que sobresalen los casos <strong>de</strong> Grecia, España y Hungría, casi ningún país europeo<br />
logró mantener una relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda sobre PIB en línea con el 3% acordado en el<br />
Tratado <strong>de</strong> Maastricht. Los países con mayores problemas anunciaron sendos programas<br />
<strong>de</strong> ajuste fiscal, los cuales son ampliamente resistidos por la población afectada, poniendo<br />
en duda la verda<strong>de</strong>ra capacidad <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> los mismos. Al formar parte <strong>de</strong> la<br />
“zona euro”, todos los países miembros se ven obligados a tomar como dada la tasa <strong>de</strong><br />
interés y el tipo <strong>de</strong> cambio. La pérdida <strong>de</strong> autonomía a la hora <strong>de</strong> aplicar un programa<br />
monetario y cambiario hace tambalear la confianza en el euro, provocando una urgencia<br />
en la comunidad internacional por <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> esa divisa y, como consecuencia, se<br />
<strong>de</strong>bilita la moneda europea en relación con el dólar.<br />
Ante esta pérdida <strong>de</strong> confianza en la eurozona, las mayores economías <strong>de</strong> la Unión<br />
Europea (principalmente Alemania) necesitaban dar una fuerte muestra <strong>de</strong> respaldo<br />
para disipar temores. Esta señal incluyó asegurar que estaban dispuestos a prestar ayuda<br />
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<strong>Memoria</strong> <strong>2010</strong>