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27 • Ap r o i n
de impuestos (algunos como el AJD hasta
cinco veces) en función de aplicar porcentajes
sobre los precios, etc.
En definitiva, en España, el 95% de
la promoción inmobiliaria la llevan a
cabo pequeñas y medianas empresas,
ninguna de las llamadas G-14, cuyo
problema no es el del promotor inmobiliario,
un empresario que nada tiene
que ver con todo este circo y que lo
único que precisa es que las entidades
financieras vuelvan a confiar en el
cliente, en el comprador de viviendas
del que tanto se nutren, den la espalda
a la especulación de tanto tiburón
improductivo y potencien la demanda,
inyecten “gasolina” en promotoras y
constructoras de verdad, y todo pueda
volver a su cauce.
De todas formas, mientras a ciertos
partidos políticos les vaya bien con los
sistemas de “transformación del suelo”
a cargo de particulares y sigan consintiendo,
apoyando y a veces alimentándose
de la especulación del suelo, poca
solución habrá.
LA ACTUACIÓN DE LAS ENTIDADES
FINANCIERAS EN EL MUNDO DE LA
VIVIENDA.
Por otra parte, y retratado el panorama
de la promoción y de la vivienda,
veamos que provecho le sacan a esta
en España sus principales beneficiarios:
las entidades financieras (bancos
y cajas, principalmente).
Supongamos que un comprador solicita
a una entidad financiera el 100%
del precio de su vivienda, tasada además
en el precio real y que ese precio es el de
300.000 euros, algo muy normal hasta
ahora, tanto para las entidades financieras
como para las empresas de tasación
(generalmente dependientes de los bancos)
y para los compradores sin efectivo.
Supongamos también que el crédito se
solicita a 35 años y con un interés del
5,30% (interés medio al que están firmados
los préstamos hipotecarios según el
Instituto Nacional de Estadística), también
algo muy normal hasta ahora.
Ante este panorama, el comprador
poco informado (la mayoría), hace la
cuenta de la vieja y dice: el 5,3% sobre
300.000 euros son 15.900 euros de intereses,
con lo cual voy a pagar 315.900
euros, lo cual es cierto si lo devolviera
todo en un año, pero como la devolución
se produce en 35 años, las cosas
cambian, y mucho. Para quien da otro
paso adelante a la hora de comprender
el negocio, vuelve a hacer otra cuenta
de la vieja que es la siguiente:, Como
300.000 los voy a pagar en 35 años, voy
a devolver 8.570 euros al año más un interés
de 15.900 euros el primer año, es
decir, 24.470 euros, de manera que el
segundo año el crédito ya sólo será de
291.430 euros (300.000 – 8.570) que si
le aplico el 5,3%, le debo sumar 15.445
euros, con lo cual el segundo año he de
pagar 24.015 euros, y así sucesivamente,