La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia
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arte y sociedad<br />
matográficas, tales como: las dimensiones relativas <strong>de</strong> lo<br />
filmado, el encuadre, el punto <strong>de</strong> vista, los movimientos <strong>de</strong><br />
cámara, la duración, el ritmo y la relación con otras imágenes,<br />
<strong>entre</strong> otros aspectos. Lo importante que cabe señalar<br />
en relación con todas estas nociones técnicas, es que en<br />
los gran<strong>de</strong>s autores –en el sentido <strong>de</strong> creadores– <strong>de</strong> cine,<br />
las técnicas se hallan subordinadas a gran<strong>de</strong>s finalida<strong>de</strong>s<br />
artísticas.<br />
Incluso, en relación con eso, cabe la afirmación <strong>de</strong> que la<br />
utilización <strong>de</strong> las técnicas cinematográficas implica y presupone<br />
distintas metafísicas <strong>de</strong> la imaginación. Esto se pue<strong>de</strong><br />
evi<strong>de</strong>nciar con la asimilación <strong>de</strong> las distintas escuelas <strong>de</strong><br />
montaje; puesto que, al asumir el concepto <strong>de</strong> montaje,<br />
no sólo como el principio que regula la organización <strong>de</strong> los<br />
elementos fílmicos visuales y sonoros, o el conjunto <strong>de</strong> tales<br />
elementos, yuxtaponiéndolos y/o regulando su duración,<br />
sino como la operación y la i<strong>de</strong>a cinematográfica por excelencia<br />
según la cual se utilizan las imágenes-movimiento<br />
para <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ellas, el todo, es, <strong>de</strong>cir la imagen <strong>de</strong>l<br />
tiempo, se pue<strong>de</strong>n distinguir cuatro escuelas clásicas <strong>de</strong>l<br />
cine, cuatro corrientes filosófico-estéticas <strong>de</strong>l montaje: la<br />
ten<strong>de</strong>ncia organicista <strong>de</strong> la escuela norteamericana, la dialéctica<br />
<strong>de</strong> la escuela soviética, la cuantitativa <strong>de</strong> la escuela<br />
francesa <strong>de</strong> preguerra, y la intensiva <strong>de</strong> la escuela expresionista<br />
alemana.<br />
Lo interesante para resaltar aquí, es que se pue<strong>de</strong> hacer la<br />
presentación <strong>de</strong>l pensamiento o la filosofía <strong>de</strong>l cine al mismo<br />
tiempo que la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> su técnica. En estas cuatro<br />
escuelas <strong>de</strong> montaje, las imágenes-movimiento son objeto<br />
<strong>de</strong> composiciones muy diferentes <strong>de</strong>: la luz, los movimientos<br />
<strong>de</strong> la imagen, y <strong>de</strong> manera más radical, <strong>de</strong>l pensamiento.<br />
En cada una <strong>de</strong> estas ten<strong>de</strong>ncias se pue<strong>de</strong> encontrar<br />
una comunidad <strong>de</strong> temas, <strong>de</strong> problemas y preocupaciones<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l montaje que implican tanto aspectos filosóficos<br />
y estéticos como técnicos. Están presentes las gran<strong>de</strong>s<br />
visiones e i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los cineastas junto con sus prácticas<br />
cinematográficas concretas: en el montaje orgánico-activo<br />
–empirista <strong>de</strong>l cine norteamericano–, el montaje dialéctico<br />
<strong>de</strong> la escuela soviética, el montaje cuantitativo-psíquico <strong>de</strong><br />
la escuela francesa y su ruptura con lo orgánico, y el montaje<br />
intensivo-espiritual <strong>de</strong>l expresionismo alemán –que involucra<br />
una vida no orgánica a una vida no sicológica.<br />
Teniendo en cuenta estos aspectos técnicos <strong>de</strong>l cine, volvamos<br />
a la pregunta que <strong>de</strong>jamos <strong>de</strong> lado anteriormente:<br />
¿cómo el cine adquirió su auto-movimiento?, porque es<br />
bien conocido el hecho <strong>de</strong> que en los inicios <strong>de</strong>l cine la cámara<br />
permanecía fija, y por ello, la imagen resultante, más<br />
que una imagen-movimiento, estaba en movimiento. Henri<br />
Bergson consi<strong>de</strong>ró explícitamente al cine en <strong>La</strong> evolución<br />
creadora (1906) como la mala fórmula <strong>de</strong>l movimiento. En<br />
ese entonces, el cine operaba con dos datos complemen-<br />
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