La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia

A esa relación comunicativa entre humanos y mascotas la
ciencia la denomina TEAAC –terapia y educación asistida
por animales de compañía–, la cual se puede realizar con
perros, gatos, caballos e incluso animales de granja. Es una
interacción en la que estos seres vivos participan e intervienen
terapéuticamente 3 con el fin de promover la salud y
propiciar el bienestar humano. En las TEAAC, aprovechamos
los valores intrínsecos del animal, para facilitar la recuperación,
rehabilitación, reinserción, tratamiento o mejora
de la calidad de vida, gracias al vínculo emocional que se
genera y el deseo de recuperación de la persona.
La canoterapia es una de las modalidades de la terapia 4
asistida por animales, en donde el trabajo se realiza al encontrarse
la persona en contacto directo con uno o varios
perros, generando una relación simbiótica donde las labores
se conjugan en forma mutuamente benéfica. Es un espacio
entre humanos y perros, a través de la comunicación
mímica, mediante la repetición de patrones de acción fija
de acuerdo con contextos determinados. Como dice el doctor
Camilo Llinás, al imitarse entre si tienden a formar una
familia. En la canoterapia se aprovechan las propiedades
prosódicas del conjunto de la especie canina, dando lugar
a una relación particularmente especial entre perro y humano,
relación especialmente clara en las situaciones en
que el binomio forma un equipo de trabajo. En estos casos,
el perro simplemente expresa propiedades genéticamente
determinadas que tienen que ver con las relaciones jerárquicas
de supervivencia en grupo, sólo que en estos casos
la jerarquía se reconoce en el humano (Llinas, 2003).
En la canoterapia podemos clasificar las terapias según la
función que desempeña el ejemplar; es así como encontramos
la de lazarillo, la de servicio, la de compañía y la
formal de indagación. A continuación hablare brevemente
de cada una de ellas.
La de lazarillo está relacionada con la resiliencia de la independencia.
Se refiere a la capacidad de establecer y superar
límites entre uno mismo y ambientes adversos. Para
las personas, esta capacidad se expresa en la aptitud que
brinda la mascota canina para vivir en forma autónoma y
de tomar decisiones de movilidad por sí mismo
La de servicio corresponde a apoyar la resiliencia de la capacidad
de iniciativa o generatividad. Se refiere a la capacidad
que desarrolla el perro de hacerse cargo de los problemas
cotidianos, y de ejercer control sobre ellos ante la
discapacidad que tiene una persona, “su amo” (cuando la
persona está impedida o entorpecida en alguna de las actividades
cotidianas consideradas normales, por alteración
de sus funciones intelectuales o físicas). Alude esta terapia,
colateralmente, al estímulo de sentimientos de autorrealización,
capacidad de liderazgo y enfrentamiento a desa-
fíos sin depender de otras personas, se deja de ser “una
carga”.
La canoterapia de compañía apela simultáneamente a tres
tipos de resiliencia: capacidad de interacción, la creatividad
y el sentido del humor. La capacidad de interacción
se refiere a la capacidad de establecer lazos íntimos y satisfactorios
con otras personas. En los propietarios de los
perros, esta capacidad se manifiesta en la valoración hacia
las relaciones interpersonales, el encontrar algo en común
de que hablar y en los rituales que se originan en cada
paseo, en cada concurso canino de barrio o simplemente
en presencia de familiares, amigos o vecinos. La resiliencia
de creatividad se fortalece en el binomio humano–perro al
desarrollar habilidades que imponen orden, belleza y un
propósito a las situaciones de dificultad o caos, como son
la superación de pruebas deportivas, actividades de caza,
o simplemente la armónica convivencia en la casa. Y la resiliencia
del sentido del humor, referida a la disposición innata
del perro hacia el humano: su nobleza, su espíritu a la
alegría y de juego. Permite a la persona alejarse del foco de
tensión, relativizar, positivizar, elaborar de un modo lúdico
las tragedias de la vida. Esta última se visualiza fácilmente
cuando el perro está en contacto con un enfermo y al llamar
su atención le mejora su estado de ánimo.
La canoterapia de adiestramiento, en la cual se estimula la
resiliencia de introspección. Entendida ésta como la capacidad
de examinarse internamente, cuestionarse, y darse
respuestas honestas. Tal es el caso de reclusos que ocupan
su tiempo en el adiestramiento de perros para darlos luego
en adopción; en los reclusos, la introspección se manifiesta
como la sabiduría, la comprensión de sí mismo y de otras
personas, con aceptación de las dificultades, sin culpar a los
demás. Se despierta, así, en los reclusos, su conciencia moral
expresada como la capacidad de servicio y de entrega
hacia los demás, donde la compañía permanente del perro
que cualifican, no sólo transforma la conducta del reo, sino
que además le brinda un proyecto de vida.
2 Mascota: persona, animal o cosa que sirve de talismán, que
trae buena suerte, estado o condición. RAE.
3 Terapéutica. Tratamiento empleado en diversas enfermedades
somáticas y psíquicas, que tiene como finalidad rehabilitar
al paciente haciéndole realizar las acciones y movimientos
de la vida diaria. RAE.
4 Terapia – tratamiento: conjunto de medios que se emplean
para curar o aliviar una enfermedad. RAE.
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Fundación Universitaria del Área Andina