La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia
La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia
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sociedad y cultura<br />
Hace años, un filósofo <strong>de</strong>cía que “el ser humano nace solo,<br />
vive sus instantes <strong>de</strong>cisivos solo y muere solo”, sin embargo,<br />
su espacio territorial como especie es lo comunal, y,<br />
específicamente, la comunicación. Esta polaridad genera,<br />
en aquellos momentos <strong>de</strong> crisis, ya sea afectiva o <strong>de</strong> salud<br />
física, la necesidad <strong>de</strong> compañía y apoyo <strong>de</strong>sinteresado e<br />
incondicional <strong>de</strong> un ser vivo. Algo cada día más difícil <strong>de</strong><br />
conseguir, más aún en las gran<strong>de</strong>s urbes inmersas en un<br />
mundo globalizado, don<strong>de</strong> prima más el individuo que el<br />
colectivo. Lo que conlleva a que, en muchas ocasiones, difícilmente<br />
existan vínculos significativos con nuestros familiares<br />
o vecinos. Es en este punto, don<strong>de</strong> las <strong>mascotas</strong> 2 , al ser<br />
reconsi<strong>de</strong>radas como animales <strong>de</strong> compañía o asistencia,<br />
nos brindan la oportunidad <strong>de</strong> comunicarnos; y, se podría<br />
afirmar, que son éstos un vínculo para superar aquellos<br />
momentos críticos <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>sarrollo, y su relación se<br />
constituye en terapéutica <strong>de</strong> <strong>resiliencia</strong>.<br />
1 Publicista. Especialista en Docencia Universitaria. Docente<br />
<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Fundación Universitaria<br />
<strong>de</strong>l Área Andina.<br />
<strong>La</strong> <strong>resiliencia</strong> es <strong>de</strong>finida como “la capacidad <strong>de</strong> un individuo<br />
<strong>de</strong> reaccionar y recuperarse ante las adversida<strong>de</strong>s, lo<br />
que implica un conjunto <strong>de</strong> cualida<strong>de</strong>s que fomentan un<br />
proceso <strong>de</strong> adaptación exitosa y <strong>de</strong> transformación, a pesar<br />
<strong>de</strong> los riesgos y <strong>de</strong> la propia adversidad”. Des<strong>de</strong> el punto<br />
<strong>de</strong> vista <strong>de</strong> las ciencias sociales correspon<strong>de</strong> a “la capacidad<br />
universal, que permite a una persona, grupo o comunidad,<br />
minimizar o sobreponerse a los efectos nocivos <strong>de</strong> la adversidad”.<br />
<strong>La</strong> <strong>resiliencia</strong> se potencia si nos damos la oportunidad<br />
<strong>de</strong> aprovechar los recursos tales como: la autonomía,<br />
la capacidad empática, la orientación a la tarea y el temperamento,<br />
y los ligamos a los factores protectores tanto personales<br />
como sociales: la autoestima y el autoconcepto, la<br />
creatividad y el humor, la i<strong>de</strong>ología personal y la voluntad<br />
<strong>de</strong> sentido, las re<strong>de</strong>s sociales y <strong>de</strong> pertenencia, y el vínculo<br />
afectivo. Factores que se constituyen como mo<strong>de</strong>radores<br />
ante la vulnerabilidad y con los que po<strong>de</strong>mos transformar<br />
o fortalecer nuestra vida y la <strong>de</strong> otras personas.<br />
En este or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, inferimos que si una mascota viva<br />
brinda vínculos afectivos, éstos pue<strong>de</strong>n ser un factor protector<br />
ante las crisis. <strong>La</strong> relación <strong>entre</strong> perro y humano, proporciona<br />
un amparo y es un vínculo estable que permite<br />
afrontar crisis inesperadas e imprevisibles. Al establecer un<br />
vínculo estrecho con su mascota, la persona adquiere la<br />
confianza emocional, fe y evi<strong>de</strong>ncia objetiva. Esta última le<br />
permite a la persona alejarse <strong>de</strong> su crisis con tristeza, pero<br />
sin un vacío interno. Por ejemplo, a medida que el niño va<br />
creciendo, esta capacidad le permite mantener relaciones<br />
estables con personas hacia las que tiene sentimientos encontrados<br />
o ambivalentes; luego en la adultez, será capaz<br />
<strong>de</strong> aceptar a otros sujetos con sus aspectos negativos o<br />
positivos, sin tener que i<strong>de</strong>alizarlos y, luego, <strong>de</strong>svalorizarlos.<br />
Esa imagen interna representa un recurso esencial que<br />
podrá disponer en situaciones adversas, aún cuando su<br />
mascota <strong>de</strong> la infancia esté muerta.<br />
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