La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia

Los felinos se buscan por medio de sus instintos y, Rosita
y Luis se encuentran, retozan, solidarizan, se aman, abandonándose
al juego de sus caracteres “salvajes”. La misma
transformación ocurrirá en los otros dos (Juan y Beatriz) y
los demás personajes revestidos de la potencia instintiva
del eros.
De los animales envidiamos su espontaneidad, su ‘inocencia’
en las relaciones, sus formas de comunicar, seducir y de
fornicar; y hasta las copiamos, llevando su nombre. Aunque
los animales producen miedo, otros repudio y, pocos
simpatía, abusamos de sus atributos para hacer comparaciones
y señalamientos. Bestia es una persona brutal o sin
inteligencia. Hacer una burrada, cometer un error y miles
de ejemplos y metáforas nos remiten desde la Biblia a alguna
cualidad o deformación humanas...
“Luis, pon atención, me ha dicho. El amor es la historia en
la que te montas para acercarte a alguien, a la persona
que sientes. Ahora, mientras seas jaguar, el amor y el odio
serán tan profundos como cercanos, serán como incendios
voraces y peligrosos que el viento propaga. Estarán presentes
en todas las células, acéptalo; no sea que te ganes
un buen mordisco y te desangren por descuidado. No obstante,
el amor, así no lo quieras te atrapa, te llena y te
vacía, te mantiene siempre viviendo con varios dilemas. Por
ejemplo, si no te apresuras, los deseos se te convierten en
pasiones insensibles o muertas y te harán mucho daño; al
contrario, si no esperas, ellos, los distintos amoríos que tengas,
se te convertirán en juegos vacuos que hasta te harán
perder por completo el sentido de la vida. No existe, Luis
Medio, una respuesta certera al amor: Si no lo sabes, si lo
niegas, hagas o no hagas algo al respecto, nada te producirá
gusto y ni siquiera cosquillas. Pero las palabras, incluso
a Esmeralda, la podían traicionar. Las palabras siempre se
pierden, no se entienden”.
Manuel Silva nos propone una literatura del presente con
todas las acumulaciones “inocentes”.
Ningún retorno. Una operación fácil: conectarse a la memoria
genética del animal humano abrazada a la ecología
anímica de nuestro ser animal y vivir los sentidos, también.
Luis Medio García regresará convertido en: “Felino, en un
humano muy feroz e indignado, porque quiere organizar
una forma de resistencia civil contra la barbarie...”. Silva es
selva y sus novelas exploraciones de la experiencia sensible:
“El tiempo me ha de dar la razón por completo. Esta historia
se hará más cercana a la gente...”.
Juan Manuel Silva ha publicado, entre otros textos, las novelas
El Conde Cuchicute (1991); La tramposa de la Patasola
(1993); El talón de María (1995); Enamoraticum (2000); El
delicioso cuerpo de Suárez (2003); Hagamos amor (2003).
Escrituras en todos los registros: de la elegancia a la rusticidad,
entre palabras nativas y finas, en vías de extinción
como la selva, los animales y las tribus.
La literatura “literatura” se desarrolla en espacios imprescindibles
de lo más humano, con el alma de las ambigüedades
y los goces para encontrarle sentido a la vida desnuda
de artificios y, también, para que el hombre no sea una
sola sombra, prisionero en la caverna de sus invenciones y
ambiciones “realistas”, “materiales”, “científicas” o de algún
“ismo” parcializador.
¿Hemos olvidado lo simple y lo rutinario del ser sin ropajes,
sin aparatos? Dos animales de dos en dos es un escrito del
asombro, de la curiosidad y de la conciencia para encontrar
o afirmar la identidad, en cualquier lugar. No hay un espacio
nombrado, sólo un espacio general: naturaleza. Juan
1 Reproducido con autorización del autor. Publicado por Resonancias
Literarias y Artìsticas. Org.En:http://www.resonancias.org/ns/article.php?id=262
2 Filósofo y escritor.
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Fundación Universitaria del Área Andina