La relación entre humanos y mascotas Una terapéutica de resiliencia

INTRODUCCIÓN
Los mapas conceptuales, los mapas mentales, las redes
semánticas, los mentefactos, entre otros, han sido utilizados
en los procesos de enseñanza en diversas áreas del conocimiento;
estas herramientas de aprendizaje permiten
un acercamiento a la dinámica de los procesos cognitivos
y algunos autores trabajan a fondo para consolidar una
teoría del conocimiento desde el punto de vista cognoscitivo.
Lo descrito hace necesario un estudio sobre las implicaciones
que tienen los mapas conceptuales, en los procesos
de enseñanza de las ciencias básicas y, en particular,
de las biociencias, en los estudiantes del primer semestre
de los programas de salud de la Fundación Universitaria
del Área Andina.
Desde el año 2004, un grupo de docentes pertenecientes
al Departamento de Ciencias Básicas de la Fundación
Universitaria del Área Andina se encuentra empeñado en
transformar sus prácticas profesorales.
Para tal fin, han elegido la estrategia de los mapas conceptuales
como elemento facilitador del aprendizaje, incorporándolas
de manera sistemática a los encuentros
con sus estudiantes. El problema consiste en revisar las
prácticas docentes de los profesores vinculados a la investigación
para generar un modelo alternativo para la
enseñanza desde el punto de vista cognoscitivo, utilizando
como estrategia didáctica y metodológica los mapas
conceptuales como mediadores pedagógicos en los procesos
de enseñanza y aprendizaje de las biociencias –en
estudiantes de primer semestre de la facultad de salud
de la Fundación Universitaria del Área Andina–. Se busca
generar propuestas y alternativas que permitan aplicar
de manera sistemática esa experiencia a la enseñanza de
otros saberes dentro del sistema académico de la Fundación.
La pedagogía como disciplina y el discurso pedagógico
como cuerpo teórico que sustenta la evolución de la misma,
permite afirmar que en la actualidad muchos de los
movimientos sociales, culturales, políticos y sobre todo
académicos, han estado rodeados de concepciones pedagógicas.
Es como si la pedagogía (que es la disciplina
que orienta los principios sobre los cuales se educa al ser
humano) hubiese adquirido la importancia y la estatura
de ciencia para poder ser considerada como sustancial en
procesos educativos tanto escolares como sociales.
La pedagogía, cuyo campo de estudio científico es la educabilidad
del ser humano, desarrolla uno de sus principios
fundamentales: hacer que ese ser en formación adquiera
un desarrollo de pensamiento que le permita pensar racionalmente
y ejecutar acciones en un hacer racional; “la
condición de la existencia humana temporal es formarse,
integrarse, convertirse en un ser espiritual capaz de romper
con lo inmediato y lo particular y ascender a la universalidad
a través del trabajo y de la reflexión partiendo de
las propias raíces” (Flores, 1994: 108).
Es así como la pedagogía trasciende a la creencia común,
que es limitante en el contexto de la simple “transmisión
de conocimientos”. La pedagogía permite vislumbrar las
formas con las cuales un grupo social o un individuo puede
estar sujeto a ser educado, y lo hace en forma de modelos
aplicados a condiciones particulares propias de cada
población; sin embargo, existen unos principios globales
que, en la actualidad, son reflexionados desde el humanismo
contemporáneo y aplicados desde las concepciones
de enseñabilidad y educabilidad 4 modernas. Estas dimensiones
son:
“La autonomía, como la progresiva emancipación de los
organismos respecto de factores externos mediante la autorregulación
interna y que en el ser humano se eleva
hasta la autodeterminación conciente y libre.
La universalidad, que permite a los organismos cohabitar
en una mayor diversidad ecológica y establecer el diálogo
permanente con otras culturas presentes y pasadas.
Procesamiento de información (cognición), consiste en la
permanente evolución del potencial cerebral; esto permite
constituir nuevas realidades y generar la auto transformación
constante del ser humano, haciéndolo cada vez más
inteligente y capaz de solucionar problemas complejos,
tanto para las sociedades como para el conocimiento.
La diversidad integrada, que reconoce la concentración
de la fuerza evolutiva del universo en la especie humana,
en la que “todos los individuos o grupos diferentes posean
la misma dignidad y las mismas posibilidades de racionalidad
que desarrollan colectiva e intersubjetivamente,
mediante el lenguaje” (Flores, op.cit: 110).
En ese contexto, la pedagogía le da sentido a la acción
del docente y lo convoca a asumir actitudes mucho más
comprometidas en lo referente al campo educativo. Así
pues, el docente cambia sus roles y misiones, asumiendo
funciones de líder, guía, orientador o tutor, y permitien-
1Licenciado En Biología y Química. Investigador de la División
de Informática Educativa y docente del Departamento de Ciencias
Básicas de la Fundación Universitaria del Área Andina.
2Médico. Docente del Departamento de Ciencias Básicas y de
la Facultad de Enfermería de la Fundación Universitaria del
Área Andina.
3Licenciado en Biología y Química. Docente del Departamento
de Ciencias Básicas y de la Facultad de Enfermería de la Fundación
Universitaria del Área Andina.
9