La casa de convalescencia.indd - Ediciones B

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—Usted es demasiado pura. No quiero hacerle daño. Oculta la arrugada cara entre las manos, en lo que podría ser un instante de puro melodrama; Julia es muy hábil o bien está avergonzada, algo que Sunny, sorprendentemente, no puede precisar. — 30 —
2 Siempre se toman notas y nuestros detallados historiales se conservarán indefinidamente en las luminosas oficinas de administración. También cabe recordar que la información comprometida se archiva aparte, en ciertos casos, por motivos de privacidad y confidencialidad. Lo juramos: Sunny es de fiar. Nos hemos confiado a ella, le hemos desvelado detalles muy bien ocultos y secretos personales, y nada de lo que hemos dicho confidencialmente se nos ha reprochado jamás con la saña que habríamos temido en nuestra otra vida. A ella no le importa. Una explicación detallada, por nuestro propio bien. Sunny explica esto sin aún creerse del todo la ansiedad de Julia. Se le acerca y pregunta: —¿No quiere sentirse mejor Julia ve las motas pigmentadas en los ojos de Sunny y huele a limpio, lejía y vinagre de manzana en el cuello del uniforme, un aroma a sinceridad. Mira la boca de Sunny cuando Sunny le habla. ¿Está un poco sorda No le ha dado esa impresión. —Si quiere sentirse mejor, debe contarme lo que le pasa. Sunny ha notado que aunque Julia está avergonzada, o finge estarlo, se muestra, sin embargo, más animada que antes. Eso le dice que la convencerá de que hable. La convencerá de que hable de sí misma, sin duda; una resistencia inicial es habitual, pero casi siempre efímera. —No lo comprenderá —dice Julia. —Sea cual sea el problema, Julia, lo he visto antes. — 31 —
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Page 27: apenas tiene fuerza. Pero la ancian
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Page 33 and 34: tópicos, y mientras ella se los ap
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Page 39 and 40: trera con irritación, con enfado,
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Page 43: —No pueden fastidiarme. Sunny cog
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