La casa de convalescencia.indd - Ediciones B

Ha dado tiempo a Julia, tiempo para que se adapte, pero esto
cambiará. Se acerca la temporada más intensa, de actividad repetitiva.
Las admisiones y las adaptaciones llevan su tiempo.
Habrá que formar, supervisar y corregir a las nuevas sirvientas
contratadas para reemplazar a las que se han casado y se han ido
en verano.
Los miembros del personal que se quedan son de natural
bondadoso, no se duelen del trabajo y traen a sus parientes
para que también trabajen aquí. Las que llevan muchos años,
las auxiliares de enfermería y las sirvientas con antigüedad, se
traen a sus sobrinas para que sean sus subalternas, a sus sobrinos
para que sean celadores. Van juntos a la ciudad, o de visita
a su casa. Se sientan juntos a tomar café en la kahvila y se demoran
en la sauna del personal, y seguro que también cotillean,
¿verdad A veces, a Sunny le parecen muy silenciosos, muy reservados,
pero tal vez sea sólo el estereotipo: el finlandés callado.
Sunny comprende palabras, aquí y allá, pero pone cara de no
estar escuchando. Comprende más de lo que deja ver. Como lo
que dicen de la enfermera Todd. Que la enfermera Todd estudió
en Inglaterra y que le gusta maltratar a sus inferiores. Que
sigue creyendo en las antiguas reglas de su escuela inglesa: llama
a las subalternas para que le traigan pan a la kahvila. Lo pide
en finés: Leipa! Leipa! Las enfermeras finlandesas vuelven la
cabeza sin sonrojarse, algunas de ellas graduadas en la escuela
de enfermería de la baronesa Mannerheim, en Helsinki, y todas
con modales mucho mejores que ésos.
Y también se rumorea que la enfermera Todd sueña con
el ascenso. Probablemente le gustaría que Sunny se marchase
porque la inercia impediría a la directora buscar una sustituta
externa, de modo que todas suben un escalón, Evelyn Todd la
que más. Y entonces, por fin, cuando llegase una nueva chica,
pertenecería del todo a la enfermera Todd. Una primera subordinada
real. Una posición nada envidiable. Pero eso no preocupa
a Sunny. Sencillamente hay ciertas cosas que no le gustan,
como el modo en que la enfermera Todd corta los callos de una
anciana, demasiado a ras, con una cuchilla desafilada que salta y
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