La casa de convalescencia.indd - Ediciones B

como cabe suponer: no están involucrados en la rutina del trabajo
de enfermería. Aunque hay exámenes, consultas, visitas y
el trabajo concreto del tratamiento... ¿hay otra razón para estar
en semejante sitio El doctor Ruotsalainen ordena que hagan un
pesario para Julia, ya que claramente, como pronosticaba en su
carta el médico finlandés y se ha confirmado aquí, sufre un prolapso
uterino, una intrusión rosa y palpitante de colgante tejido
íntimo. Es, tal vez, algo peor de lo esperado, pero no tan malo
como podría ser.
—Bien —dice en finés, con lo que quiere decir: «Se sentirá
mucho mejor.»
Pero durante las rondas de Sunny y la posterior interpretación
de las órdenes del médico se evidencia que un pesario es
algo que Julia ha rechazado deliberadamente; que aunque le ha
sido posible evitarlo antes de llegar a Suvanto, ahora, viviendo
bajo el reloj institucional, tendrá que colocárselo y llevarlo, lo
que no la hace feliz. La han devuelto a su habitación, donde se
sienta de un modo que declara que ya no la tocarán más.
No es de extrañar que haya hecho lo posible por evitarlo:
Sunny descubre que Julia no sabe qué es un pesario ni cómo funciona.
No ha atendido a las explicaciones previas. No ha comprendido
al doctor Ruotsalainen.
—No lo quiero —afirma Julia—. Es intolerable.
—Debería quererlo, hará que se sienta mejor —dice Sunny.
—No, no después de todo lo que le he contado. Por favor,
lléveselo.
—Ésta es la mejor opción. Si lleva el pesario, no tendrá que
operarse.
Y Sunny explica, con la ayuda de un rápido esbozo, la forma
y la función del pesario, tan sólo un anillo de alambre forrado
de goma, firme y flexible, que se introduce en la parte alta de la
vagina para devolver todo a su sitio y evitar que el útero y otras
partes caigan de su posición original. Es sólo un anillo, un anillo
más, si bien lo llevará en un lugar distinto...
—Y todas las molestias que ha sentido... ¿problemas para hacer
aguas —pregunta Sunny.
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