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ase en manos de la Junta Grande concedié~<br />
ronse nu<strong>me</strong>rosos despachos militares. No pocos<br />
funcionarios gozaron de prebendas y del uso del<br />
unifor<strong>me</strong>. Era un arraigado mal <strong>que</strong> se remon~<br />
taba a la época de las InvasIones. Muchos cívIcos,<br />
<strong>me</strong>rced a la revolución se habían convertido<br />
en oficiales en servicio act1 vo y se mostraban<br />
reacios a las regla<strong>me</strong>ntaciones", opina Juan<br />
Cánter. Claro es <strong>que</strong> no debemos olvidar <strong>que</strong> en<br />
esos mo<strong>me</strong>ntos no había oficiales de carrera al<br />
servicio de la revolución y <strong>que</strong> muchos de a<strong>que</strong>llos,<br />
un tanto indiscIplinados soldados. habían<br />
prestado o estaban prestando importantes servicios<br />
a la causa. El gobierno tomó severas <strong>me</strong>didas<br />
con respecto a la disciplina de los soldados<br />
dentro y fuera de los cuarteles; Introdujo reformas<br />
<strong>que</strong> llegaron hasta la separación del<br />
mando de muchos miUtares; se redujeron a la<br />
mitad los sueldos de los oficiales, sargentos y<br />
cabos sobrantes en los regimientos reorganizados;<br />
se creó el Estado mayor y se suprimieron<br />
las asambleas mUltares; etc. Pero todo esto podía<br />
provocar peligrosas reacciones. En consecuencia<br />
dispuso cambios de mandos y reformas<br />
de las plantas de algunos regimientos. Ante la<br />
ausencia de Saavedra, nombra coronel del Regimiento<br />
N9 1 de Patricios a Manuel Belgrano<br />
y sargento mayor a Ignacio Perdrle!. Estableció<br />
<strong>que</strong> los Regimientos 1 y 2 se unldan en un solo<br />
cuerpo con la nu<strong>me</strong>ración de 1, al igual <strong>que</strong> los<br />
regimientos 3 y 4 se unlflcarian con la nu<strong>me</strong>ración<br />
de 2 de PatrIcIos bajo el mando de Ortlz<br />
de Ocampo.<br />
Belgrano adoptó una serIe de <strong>me</strong>dIdas <strong>que</strong><br />
implicaron la restricción de cIertas prerrogativas<br />
y preferencias; la más resIstIda, quIzá, el<br />
corte de trenza, la característica coleta <strong>que</strong> era<br />
el signo distintivo de este regImIento, el más<br />
admirado por haber tenido destacadíslma actuación<br />
en la defensa de Buenos AIres en 1807 y<br />
decisiva intervencIón en la asonada del 19 de<br />
enero de 1809 y en la Revolución de Mayo. además<br />
el desplazamiento de su vIejo y <strong>que</strong>rido jefe<br />
desterrado en san Juan por orden del TrIunvIrato,<br />
producía a los patrIcios un prOfundo dolor.<br />
En la noche del 6 de dIciembre de 1811 estalló<br />
el motin. El cuerpo desobedeció a sus jefes y<br />
además echó a la üflclal1dad del Cuartel de las<br />
LI 1.8LI<br />
BIST8BICI<br />
Tcmpol'alidadcs qufo se encontraba ubicado donde<br />
había estado el ColegIo San carlos y donde hoy<br />
está el Colegio NacIonal Buenos Aires. Al no tener<br />
el apoyo de los otros cuerpos. los amotinados<br />
se encerraron en su cuartel y emplamron artillería<br />
en las bocacalles In<strong>me</strong>diatas. El gobIerno<br />
les Intimó rendIción por <strong>me</strong>dIo de una proclama,<br />
pero se mantuvieron irreductibles y no hubo SúpUcas,<br />
pro<strong>me</strong>sas o a<strong>me</strong>nazas <strong>que</strong> valieran. Sus<br />
exigencias no se limItaron a pedIr la sustitucIón<br />
de Belgrano y la anulacIón de la orden de cortarse<br />
las trenzas, sIno <strong>que</strong> llegaron a sol1cltar<br />
el cambio del gobIerno, con el regreso de Saavedra<br />
y Joaquin Campana y los diputados provIncianos.<br />
Rondeau comandó las fuerzas de represIón<br />
Integradas precisa<strong>me</strong>nte por la ofIcIalidad<br />
y tropa del mismo regimiento <strong>que</strong> no se habia<br />
plegada al motin. La lucha, a pesar de su corta<br />
duración, quince mInutos, dejó el luctuoso saldo<br />
de cincuenta bajas, lo <strong>que</strong> da una Idea de lo<br />
encarnizada <strong>que</strong> fue. El gobIerno actuó severa<strong>me</strong>nte,<br />
publicando un manifiesto, cI1rlglendo una<br />
"Proclama a las tropas" y dictando una fulmInante<br />
sentencia de muerte para once sargentos,<br />
cabos y soldados. Un cabo tuvo la suerte de burlarla<br />
por<strong>que</strong> consiguió fugarse. Se recargaron<br />
seis años de servIcIo a los sargentos y cabos de<br />
la compafila de fus!leros <strong>que</strong> permanecieron en el<br />
cuartel hasta <strong>que</strong> se InicIaron las hostilidades<br />
y se condenó a un dIstinguido, con grado de<br />
alférez, y a varIos sargentos, cabos y soldados a<br />
prisIón en la Isla Martin Garela. Esta última<br />
pena es la <strong>que</strong> n03 Interesa ahora, a pesar de<br />
<strong>que</strong> hubo otras más, por<strong>que</strong> Inicia la tradIcIón<br />
de la Isla como lugar de aIslamiento y reclusIón,<br />
en este caso para unos oscuros soldados, <strong>que</strong> inicIaron<br />
también la tradición de los planteamIentos<br />
castrenses pero más adelante para personajes<br />
Importantes.<br />
Visto de lo ;sla desde el canal del sur en J839 según Adolfo O'Hastr;el de Riveroy.<br />
TODO ES HISTORIA N9 56