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Mesa 5: Pasado y presente del pensamiento de izquierda - CeDInCI

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<strong>Mesa</strong> 5 — <strong>Pasado</strong> y Presente <strong><strong>de</strong>l</strong> Pensamiento <strong>de</strong> Izquierda<br />

Blas <strong>de</strong> Santos<br />

Subjetividad, memoria y polítca<br />

huellas <strong>de</strong>jadas por los acontecimientos. Para conservar las raices <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad y mantener la dialéctica <strong>de</strong><br />

la tradición y <strong>de</strong> la innovación hay que tratar <strong>de</strong> salvar las huellas. Ahora bien, entre esas huellas se encuentran<br />

también la heridas inflingidas por el curso violento <strong>de</strong> la historia a sus víctimas”. (Ricoeur, 1999)<br />

XIII.<br />

El tema <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda para con el pasado pue<strong>de</strong> leerse en una dimensión que no sea la <strong>de</strong> la dimensión melancólica.<br />

En ésta funciona como imperativo <strong>de</strong>spótico <strong>de</strong> fi<strong><strong>de</strong>l</strong>idad y apego exclusivo por los objetos primarios<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>seo y <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na como falta y “traición” cuando se sale <strong><strong>de</strong>l</strong> sometimiento a los mismos. Es <strong>de</strong>cir,<br />

fuera <strong>de</strong> su registro moral.<br />

El problema es que la factura por renunciar a lo perdido, fija su monto en lo vuelto imposible por inmensurable.<br />

El irremediable fracaso <strong>de</strong> un intento <strong>de</strong> recuperación sin mediación simbólica, esto es sin historización,<br />

es el que vuelve su cumplimiento inalcanzable y alienta el castigo <strong>de</strong> un incremento incesante. La insaciabilidad<br />

<strong>de</strong> esa economía sacralizada hace su satisfacción imposible para el comercio mundano entre hombres y<br />

mujeres. El que se libra entre ellos por la gestión discursiva <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seos. La política que correspon<strong>de</strong> con<br />

esta subjetividad recurre a las aporías <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales utópicos como medios para <strong>de</strong>scalificar como conformismo<br />

toda concesión a lo instrumental y toda implicación en lo posible. Conviene recordar sus insignias para<br />

olvidar el sentido <strong>de</strong> su repetición: Patria o Muerte, Libertad o Muerte, Revolución o Muerte. Todo o nada.<br />

La repetición es el recaudador <strong>de</strong> una acreencia tan imposible <strong>de</strong> satisfacer como que jamás fue disfrutada,<br />

que viene a dar testimonio <strong>de</strong> ese resto inabordable que quedó <strong>de</strong> lo absoluto incumplido. De esa disposición<br />

gozante que no pudo, no supo o no quiso conformarse a los límites <strong>de</strong> las satisfacciones posibles. Por eso insiste,<br />

recursa ese intento fallido, procurando encontrar las vías <strong>de</strong> su elaboración. Sus versiones son asignaturas<br />

pendientes, las promesas incumplidas y los proyectos inconclusos antes <strong>de</strong> haberse puesto en marcha.<br />

XIV.<br />

Primo Levi tiene una reflexión que ayuda a compren<strong>de</strong>r lo vano y la vanidad <strong>de</strong> ese empeño en amortizar lo<br />

imposible: los testimonios <strong>de</strong> los sobrevivientes <strong><strong>de</strong>l</strong> nazismo no son la verdad <strong>de</strong> lo acontecido. Esa verdad<br />

pereció junto a quienes sucumbieron a sus pa<strong>de</strong>cimientos y, por eso, resta para siempre inaccesible. El sentido<br />

último (“la verdad <strong>de</strong> la verdad”) <strong>de</strong> ese real ya sucedido, la jerarquía <strong>de</strong> lo que ya fue con ellos, es apenas<br />

recuperable en los relatos <strong>de</strong> quienes pudieron “contar el cuento” y recogen en su narración lo intransferible<br />

acontecido.<br />

La negación <strong>de</strong> ese abismo, abierto entre lo sido y la vida <strong>presente</strong>, es responsable <strong>de</strong> esos malos encuentros<br />

con el pasado convocados en nombre <strong>de</strong> la memoria. Convidado <strong>de</strong> piedra, lo irretornable se hace <strong>presente</strong><br />

en forma <strong>de</strong> vacío y <strong>de</strong>cepción: esa que prueba, en la ausencia <strong>de</strong> alivio y en la renovación ritual final a<br />

nuevas ceremonias evocatorias, el triunfo <strong>de</strong> lo eterno sin retorno. Ese malestar, reconocido en la constancia<br />

<strong>de</strong> su idéntica recurrencia muestra que la única recuperación <strong><strong>de</strong>l</strong> pasado es la proveniente <strong><strong>de</strong>l</strong> futuro. La<br />

emergente <strong>de</strong> esa dimensión <strong>de</strong> lo que “habrá sido”, que se advierte en las andaduras <strong>de</strong> lo que hace frente<br />

al porvenir.<br />

En cambio la permanente enumeración <strong>de</strong> los pa<strong>de</strong>cimientos propios y <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s ajenas, la<br />

<strong>de</strong>voción por las efeméri<strong>de</strong>s, no acierta a conocer más allá <strong>de</strong> la reminiscencia platónica: recordar lo sabido.<br />

Algo diferente a lo que conoce el que construye la historia. Freud cuenta que en una ocasión conocía, por el<br />

relato <strong>de</strong> la madre, los acontecimientos que permitían explicar los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> una paciente. Pensando<br />

en ahorrar camino al análisis se lo da como explicación a su paciente: He aquí lo que le sucedió, esto es lo<br />

que te hicieron...y para su sorpresa, lejos <strong>de</strong> tranquilizarse arroja a la enferma a una crisis <strong>de</strong> histeria. La que<br />

reproduce la escena en la que sus <strong>de</strong>seos traman su conflicto.<br />

Una subjetividad atrapada por el pasado precisa para sostenerse asistir al permanente espectáculo <strong>de</strong> su<br />

trauma, repitiendo lo que ya sabe, perfeccionando la maestría para su diagnóstico, la precisión <strong>de</strong> sus síntomas,<br />

diagnóstico, la luci<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las causas que lo produjeron.<br />

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