Por Ming Zhen (Chuan <strong>Yu</strong>an) Shakya yUpasaka Richard CheungEntonces el árbol estaba lleno <strong>de</strong> fruta y docenas <strong>de</strong> mangos lo cubrían. El hombresuspiró. "¡Pero Señor – protestó – he guardado sus preceptos! ¡He vivido honradamente!¿Por qué <strong>de</strong>bo ser con<strong>de</strong>nado a sufrir tanto tiempo?"El Buda susurró, "Porque así es como <strong>de</strong>be ser." Y continuó su paseo.Llegó a otro cruce <strong>de</strong> caminos y encontró a otro hombre rezando; y este también searrodilló ante él. "Señor, la vida en efecto es amarga y dolorosa – dijo el hombre. Heconocido mucha angustia. Cuando era un niño perdí a mis padres; cuando fui mayor,perdí a mi mujer y a mis lindos hijos. ¿Cuántas veces <strong>de</strong>bo renacer en tal infelizexistencia antes <strong>de</strong> conocer <strong>de</strong>finitivamente el refugio <strong>de</strong> su amor?"El Buda miró alre<strong>de</strong>dor y vio un campo <strong>de</strong> flores silvestres. "¿Ves ese campo <strong>de</strong> floressilvestres?", preguntó. El hombre asintió con la cabeza. Entonces el Buda dijo, "Antes<strong>de</strong> conocer la libertad <strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong>bes renacer tantas veces como flores hay en esecampo."Viendo tantos cientos <strong>de</strong> flores, el hombre lloró, "¡Pero Señor! He sido una buenapersona. ¡Siempre he sido honesto y justo, no he hecho el mal a nadie! ¿Por qué <strong>de</strong>bosoportar tanto sufrimiento?"El Buda susurró, "Porque así es como <strong>de</strong>be ser," y continuó su camino.En el siguiente cruce <strong>de</strong> camino se encontró con otro hombre que se arrodilló ante élen súplica. "¡Señor, la vida en efecto es amarga y dolorosa! – dijo el hombre. Días <strong>de</strong>trabajo bajo el Sol abrasador, noches acostándose sobre la fría y húmeda tierra.¡Tanta hambre, sed y soledad! ¿Cuántas veces más <strong>de</strong>bo renacer en tal infelizexistencia antes <strong>de</strong> caminar con usted al Paraíso?"El Buda miró alre<strong>de</strong>dor y vio un tamarindo. Entonces, cada rama <strong>de</strong>l tamarindo teníamuchos tallos, y cada tallo docenas <strong>de</strong> pequeñas hojas. "¿Ves ese tamarindo?",preguntó el Buda. El hombre asintió con la cabeza, "Antes <strong>de</strong> conocer la libertad <strong>de</strong>ldolor <strong>de</strong>bes renacer tantas veces como hojas hay en el tamarindo."El hombre miró el tamarindo y sus miles <strong>de</strong> hojas, y sus ojos se llenaron <strong>de</strong> lágrimas <strong>de</strong>gratitud. "¡Qué misericordioso es mi Señor!", dijo y apoyó su frente en el suelo anteslos pies <strong>de</strong>l Buda.Y el Buda dijo, "Levántate mi buen amigo. Ven ahora conmigo."Y hasta el día <strong>de</strong> hoy las semillas <strong>de</strong> tamarindo son el símbolo <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad y paciencia.No po<strong>de</strong>mos hacer un contrato con el universo. No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, "He seguido lasnormas y las reglas, y por lo tanto tengo <strong>de</strong>recho a recibir beneficios" ó "He toleradomucho más <strong>de</strong> lo que me tocaba <strong>de</strong> mala suerte. Debo tener algo <strong>de</strong> buena suerteahora." El universo no reconoce nuestras frívolas <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> justicia. Hay héroes queponen sus vidas a un lado por el beneficio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. No tienen nada <strong>de</strong> quequejarse. Sin embargo, sabemos que porque ellos no son egoístas caminan en elParaíso.<strong>Las</strong> Enseñanzas <strong>de</strong>l Maestro Hsu <strong>Yu</strong>n: <strong>Nube</strong> VacíaOr<strong>de</strong>n Hsu <strong>Yu</strong>n <strong>de</strong>l Budismo Chan/Zen80
Por Ming Zhen (Chuan <strong>Yu</strong>an) Shakya yUpasaka Richard Cheung¿Y no es este el camino <strong>de</strong> la felicidad? ¿No es así como entramos al Nirvana?¿Perdiendo nuestros egos individuales y alcanzado el Yo Búdico universal? El Paraísoviene cuando nos entregamos a él.Así que cuando se les pregunta, "¿Cuánto han aprendido?", incluso si no pue<strong>de</strong>n ofrecerrespuestas específicas, pagarán su cuenta si dicen simplemente, "Por mucho quecueste, seguiré con el Chan. Seguiré intentando librarme <strong>de</strong>l egoísmo y nunca olvidarmantener mi frente apoyada en el suelo ante los pies <strong>de</strong>l Buda."La humildad y la paciencia son monedas <strong>de</strong> oro. Y aquí va un consejo: Intentenencontrar un Buda en cada hombre y podrán pagar la cuenta por miles.¡Cuándo se trata <strong>de</strong> amar, sean generosos!Final <strong>de</strong> ‘<strong>Las</strong> Enseñanzas <strong>de</strong> <strong>Xu</strong> <strong>Yu</strong>n o <strong>Nube</strong> Vacía’18 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2002Rev. Yin Zhi Shakya, OHY<strong>Las</strong> Enseñanzas <strong>de</strong>l Maestro Hsu <strong>Yu</strong>n: <strong>Nube</strong> VacíaOr<strong>de</strong>n Hsu <strong>Yu</strong>n <strong>de</strong>l Budismo Chan/Zen81