11.07.2015 Views

voces 7 (pdf) - Revista Voces

voces 7 (pdf) - Revista Voces

voces 7 (pdf) - Revista Voces

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de las armas en manos del pueblo no pasabade ser un bonito eslogan para amigosde afuera y zonzos autóctonos.Y así, de ese no muy rectilíneo ointencional modo, un buen día a finalesde los noventa los cubanos nos despertamosen un país en que un tenienterecién graduado cobra mucho más quecualquier universitario con un par dedécadas de trabajo. Y sus entradas, lasdel teniente, no quedan ahí…Hoy un oficial recibe una cuotaextra de alimentos (buena parte del polloque se compra en los EE.UU., y al que losdemás mortales, por lo menos los de lospueblos y ciudades pequeñas de campo,muy raramente tenemos la posibilidad deencontrar en nuestros platos), de ropa yzapatos, tiene no se sabe cuántas másposibilidades de acceder a una casa queel universitario de marras, compra electrodomésticosen tiendas segregadas,donde un televisor le cuesta diez vecesmenos que en las tiendas de todos, disfrutade bien surtidos centros de recreación,y cuenta con excesivas facilidadespara acceder a balnearios de lujo (seríamuy educativo armar un álbum con las risueñasfotos de bien vitaminados coronelesy generales en Varadero, disfrutandode sus “ventajitas”).A tal punto han llegado las ventajasy privilegios, que aun en violación de laelástica Constitución vigente, ser hijo opariente cercano de militares se ha convertidoen factor muy importante, a vecesimprescindible, para ingresar no soloen el ejército mismo, sino para acceder aposiciones dentro del aparato con ciertogrado de "confiabilidad".De este modo en Cuba ha surgidouna casta militar detentadora del poder,cuyos máximos representantes ocupan laprimera fila en el Consejo de Ministros.Una élite sin entorchados, es cierto, perocon las marcas en la piel de las atmósferasrefrigeradas y la alimentación bienbalanceada, y eso en una nación en quela búsqueda diaria del alimento, y hastadel modo de cocinarlo, se ha convertidoen la odisea de millones, o en que viajaro dormir significa soportar el aglomeramientode ómnibus y tugurios, con sus viciadosambientes.IILa rémora militar no es un mal nuevo quenos haya traído la Revolución. Lo conocióla República, y es de hecho uno de los queen los cincuentas se necesitaba corregir.Tampoco es, como algunos pretendenhoy día, responsabilidad de las Guerrasde Independencia. El militarismo republicanoes una de las malas herenciasque nos dejara el señor Charles Magoondurante la Segunda Intervención.Hechos cargo de la República tan aregañadientes en septiembre de 1906, losnorteamericanos concluyeron que en Cuba,a diferencia de América Latina, unejército permanente sería más beneficiosoque dañino. Solo uno así, y no unpequeño y disperso cuerpo de policía rural,podría evitar que cada elección sesaldara con un pronunciamiento del bandoperdedor, en un país en que, no se debede olvidar, casi 30 000 hombres habíanservido en un Ejército Libertador de verdad.De todas maneras, y por si las moscas,o más bien los golpes de estado…, enla concepción de este ejército se intentóevitar los defectos de los típicos latinoamericanos.El cubano sería en consecuenciaprofesional, y para ponerlo enefecto se reclutó a su oficialidad entrelos graduados universitarios y bachilleres.Entraron asi en él hombres cultos, deprobidad a toda prueba como los padresde Lezama Lima o de Alicia Alonso, o elmismo Ismaelillo, José Martí Zayas Bazán,a quien le tocaría dirigirlo durante unperiodo del gobierno de Mario GarcíaMenocal.Y tenemos que admitir que esteejército sirvió bien a los fines originalespara los que había sido creado: evitarle alos EE.UU. tener que volver a interveniren Cuba ante nuevas “revoluciones” comola de agosto de 1906. Sin embargo,pronto se aclaró que ese primer fin nonecesariamente coincidía con la defensade la institucionalidad, sino que podía inclusotornarse contrario a ella. Esto fueevidente con Gerardo Machado. El EjércitoNacional permitió las violacionesconstitucionales y de todo tipo del excombatientede la guerra de 1895, másque nada para no crear un escenario quediera lugar a una nueva intervención.{ V●24 }

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!