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voces 7 (pdf) - Revista Voces

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Meditaciónde unpoetaoccidentalnacido enuntiempo endondesonmáshéroes losqueluchancontra unenemigo,pordemásabstracto,queaquellosqueseesfuerzanporhaceramigos;siendo losdeestaúltimacategoría,másbien,unaMeditaciónde unpoetaoccidentalnacido enuntiempo endondesonmáshéroes losqueluchancontra unenemigo,pordemásabstracto,queaquellosqueseesfuerzanporhaceramigos;siendo losdeestaúltimacategoría,másbien,unaMeditaciónde unpoetaoccidentalnacido enuntiempo endondesonmáshéroes losqueluchancontra unenemigo,pordemásabstracto,queaquellosqueseesfuerzanporhaceramigos;siendo losdeestaúltimacategoría,másbien,unaespeciespeci especie de e de e deantih antih antihéroes éroes éroesanacr anacr anacrónicos ónicos ónicosm a y k e l i g l e s i a sadministrativas—, y hace mucho más tiempo en dimensión espiritual;y aún mantiene muy a pesar de todo, uno de los reservoriosflorales y de fauna más pródigos y diversos de todaCuba. Asisto a una época en que la nobleza de nuestra identidad,reconocida con humor de ingenuidades y de gente incapazde matar una mosca, ha sido trocada por violencias quepocos ancestros llegaron a pensar.Solo basta con mirarnos al espejo y reparar en el modoen que abordamos una guagua, o fijarse en el estilo de un cocheroque maniobra algún quitrín más rústico que sus antepasados,con destino al epicentro del pueblo, periferia; cuandolleva a los obreros al trabajo, niños a sus escuelas, va caminoal policlínico o al hospital. Y más que nada al regreso detodos esos sitios cotidianos, en donde un par de equinos o unfamélico corcel en solitario, raza penco criollo, cubano, Caribe,insular, jalando de un coche atestado de gente, hace realidada sus contemporáneos ese milagro de volver a casa consalud y vida. No sin antes sufrir latigazos, insultos verbales yajetreos típicos del lado más oscuro del Medioevo; para llegara su meta, puñado de yerbas incluido.Razones semejantes a estas, coartan en mi mente todapresunción de renacer en forma de caballo o perro. Aunquealgún día gente más civilizada que las de mi generación, losdeclare héroes de la naturaleza por sus tantas hazañas y sustolerancias para con los hombres.¿Entonces qué dejamos para los mosquitos, a esos seresa quienes se les ha declarado, por supuesto, en el nombre dela paz, una suerte de santísima guerra, estrategia con lenguajebelicista que promueve la ofensiva contra el enemigo y declaralegítimo invadir la privacidad de nuestras casas, con esosuniformados grises, bazuca humeante en mano, insecticida y,permiso para fumigar, registrar, husmear; hasta en los vasosmás espirituales?¿Son daños colaterales la alergia provocada a seres vivos,en pos de prevenir el dengue, la malaria, las mosquitasmuertas, cucarachas, mariposas y la repoblación creciente enlugares desacostumbrados de hormigas ya no locas ni bravas,sino del tipo santanicas o santanillas, mucho más rebeldes quesus predecesoras? ¿Se consigue perdurable bienestar anteponiendopreventivos fines bajo el menosprecio de los medios yde los principios? Se le pone complicado el escenario al soñadorecologista, que no piensa solamente en reencarnar en algo,sino en hallar y servir a sus congéneres, con el genuino sentidode su propia carne.En este lado del mundo, en el cual todavía defender losderechos humanos pacíficamente es actitud contracorriente,hereje, ilógica, casi contranatural; los derechos animales soncontados entre los anhelos del reino del absurdo. No quiereesto decir, que no existan científicos, ateos, religiosos, y genteal fin en la nación, sensible y coherente con el tema. El problemaes que se necesitan muchos corazones, hechos, manos;muchas más de las que hoy promueven la armonía entre todaslas especies y no la tiranía del hombre sobre la serpiente y lapaloma. Si no pregúntenle a los canes, tomeguines y a esos gallos,que solo por dinero o por aburrimiento, cubanas y cubanosechamos a pelear. No quiero ser un ave de ese tipo, peromil veces menos, el hombre que maltrata a un animal. [●]Meditación de un poeta occidental nacido en un tiempo en donde son más héroes los que luchancontra un enemigo, por demás abstracto, que aquellos que se esfuerzan por hacer amigos; siendolos de esta última categoría, más bien, una especie de antihéroes anacrónicos.{ V●62 }

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