You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Tinto sobre BlancoPo r: Lu c í a Gó m e z d e l Pu l g a rJames Joyce,el hombre quelo supo todosobre unoLos irlan<strong>de</strong>ses gozan <strong>de</strong> cierta fama<strong>de</strong> habladores, parlanchines y <strong>de</strong>aficionados a la bebida. No concibenla conversación, ni el sentarsealre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una mesa sino es acompañado<strong>de</strong> un whiskey, que no <strong>de</strong> whisky- <strong>de</strong> raigambreescocesa (la primera grafía es la que seutiliza en Irlanda y Estados Unidos, mientrasque la segunda es la propia <strong>de</strong> Gran Bretaña)-<strong>de</strong> una cerveza o <strong>de</strong> una botella <strong>de</strong> vino.Para ello disponen, incluso <strong>de</strong> un vocabloespecial -craic- que han convertido, a fuerza<strong>de</strong> usarlo, en una <strong>de</strong> las bellas artes.Así, la cultura irlan<strong>de</strong>sa a la bebida es conocidaen el mundo entero. Tal vez uno <strong>de</strong>los mejores representantes <strong>de</strong> esta culturaconversadora y bebedora <strong>de</strong> los irlan<strong>de</strong>sessea el escritor dublinés James Joyce.El Davy Dyrne, ubicado en la calle DukeStreet <strong>de</strong> Dublín, es uno <strong>de</strong> los pubs irlan<strong>de</strong>sesmás famosos y lugar <strong>de</strong> referencia porsu selección <strong>de</strong> cervezas, vinos y whiskeys.Las leyendas sobre sobre el local son numerosasy <strong>de</strong> todo tipo.James Joyce fue asiduo <strong>de</strong> este bar duranteun tiempo: aquí se <strong>de</strong>sarrolla una memorableescena <strong>de</strong> su libro Ulises, en la que uno<strong>de</strong> sus personajes, Leopold Bloom, entra enel Byrne a tomarse un vino y nada más ynada menos que “trozos <strong>de</strong> bocadillo conmostaza picante y sabor a pies <strong>de</strong> quesover<strong>de</strong>”.Un hecho va tomando importancia en lavida <strong>de</strong> Joyce: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre dado a la bebida,como buen dublinés, adopta el vinocomo recurso y evasión- no sin discriminary matizar en sus calida<strong>de</strong>s, aparte <strong>de</strong> preferidocomo acompañante <strong>de</strong> la buena mesa,cuyos placeres acompañaba con su esposa,Nora Barnacle, también <strong>de</strong> apetito realmentehomérico. A Joyce no le gustaba el vinotinto- “bistec licuefacto” le llamaba-, sino elblanco- “electricidad” según él- procurandoser fiel a una <strong>de</strong>terminada marca local: enZurich elegiría, para su monogamia alcohólica,cierto Fendant <strong>de</strong> Sion, con vago sabora mineral metálico, en alemán Erz, quéextendió y convirtió en Erzherzogin (archiduquesa)para dar una interpretación <strong>de</strong> sucolor a tono con el Ulises en que trabajaba.Por <strong>de</strong>sgracia, el alcohol llegó a dañar a Joyceen su punto débil, los ojos, llegando aquedarse prácticamente ciego.El Ulises <strong>de</strong> Joyce pue<strong>de</strong> ser entendido comola más alta expresión creativa <strong>de</strong> un nuevomodo <strong>de</strong> la conciencia humana; podríamos<strong>de</strong>cir que el verda<strong>de</strong>ro protagonista no es elseñor Bloom, sino el lenguaje, esa manera<strong>de</strong> ser que nos hace a los hombres únicosentre y ante el mundo, ese modo <strong>de</strong> existirque tenemos necesitado <strong>de</strong> hablar, aunquesea en soliloquio. De él diría Joyce que lohabía escrito para tener entretenidos a loscríticos durante 300 años.Conclusión: ¿Sería su gran capacidad conversadoraanimada por la bebida lo que lellevó a concebir su obra maestra el Ulises, alque <strong>de</strong>dicó ocho años <strong>de</strong> su vida? De lo queestoy segura es <strong>de</strong> que en su mesa no faltaría“un buen vaso <strong>de</strong> borgoña que quita alláeso, lubrifica” como a él le gustaba señalar.“El lenguaje, esamanera <strong>de</strong> ser quenos hace a loshombres únicos entrey ante el mundo, esemodo <strong>de</strong> existir quetenemos necesitado<strong>de</strong> hablar, aunquesea en soliloquio.”76 T e r r a d e V i n s