A p r o i n • 74MercantilLuis Güell CancelaSocio cuatrecasas abogados, s.r.l.Tel. 986 449 300 – luis.guell@cuatrecasas.comSeguridad y saludAntonio Carballo CouñagoArquitecto técnico • Coordinador de mantenimientoy seguridad del C.O.A.A.T. de pontevedraTel. 986 225 384 – acarballo@coaatpo.esLa t o r m e n t a p e r f e c t aLISOSA finales de mayo, el diario El Periódico publicaba el artículo Laeconomía española se prepara para aguantar la tormenta perfecta, empleandoel argumento de la película del mismo título (La Tormenta Perfecta)para explicar la situación económica española actual. Para aquellosque no hayan visto el film, nos cuenta la historia de un pequeño barcopesquero, el Andrea Gail, que se ve en medio de un huracán y dosborrascas que desencadenan la llamada tormenta perfecta.La acertada comparación de este artículo me parece aplicable a lasituación en la que en estos momentos se encuentra sumergido el sectorinmobiliario. Al igual que en la película, el Andrea Gail inmobiliarionavegaba y faenaba hasta no hace mucho en un mar calmo, con unascondiciones climáticas idóneas y con unas capturas de pescado que lospropios pescadores de nuestro barco no recordaban iguales, por su calidady abundancia.Pero el horizonte comenzó a nublarse y nuestro Andrea Gail se havisto atrapado en medio de una serie de fenómenos que han concurridoen el espacio y en el tiempo, desencadenando la particular tormentaperfecta que en estos momentos afecta al sector. Así, por unlado tenemos las tan famosas hipotecas subprime. Como ya es sabido,estas hipotecas de alto riesgo tuvieron su auge con el boom inmobiliarionorteamericano, estallando todo por los aires en el momentoen que Norteamérica se sumergió en la crisis inmobiliaria, haciendotambalearse el sistema bancario americano y, por supuesto, el europeo.Todo ello ha derivado en una crisis financiera internacional quetambién ha afectado a España, en forma de lo que los expertos denominancrisis de liquidez y crisis de confianza. Si esto lo aderezamoscon la abundante oferta de viviendas, los altos precios de las mismas ylas subidas de los tipos de interés, que no se recordaban iguales desdehace años (con el consiguiente endurecimiento de las condiciones deconcesión de los préstamos hipotecarios tanto a promotores como aconsumidores) nos encontramos con esta tormenta que ha provocadoun frenazo en la demanda de viviendas, el consiguiente parón en laconstrucción de las mismas, la quiebra (o concurso), en cuestión dedías, de importantes compañías inmobiliarias y, por si todo ello fuerapoco, está colocando al borde del hundimiento a muchos de los queya estaban embarcados en la aventura de la hipoteca y que ahora malamentepueden hacer frente a la misma, sin perjuicio de los daños yefectos propios de una crisis que afecta a uno de los motores de nuestraeconomía. A todo ello, hay que sumar circunstancias tales como elincremento desbocado del petróleo y otras materias primas, la crisisde los mercados financieros, y otras “pequeñas” circunstancias, que nohacen sino avivar nuestras borrascas.En la referida película se describía la tormenta perfecta como lamás aterradora que nadie pudiera imaginar. Confiemos que en estecaso nuestra tormenta no llegue a alcanzar tales dimensiones y el finalsea bien distinto al de la película, en la que nunca más se supo delAndrea Gail.Muchas de nuestras empresas están en grave riesgo de naufragio, ysus capitanes están tomando las más variadas decisiones; desde capearla tormenta, reducir la marcha e intentar “correr” el temporal, seguirnavegando e ignorando lo que se les viene encima, e incluso buscandoen el concurso de acreedores su necesaria balsa de salvación. El concurso,tan de moda en estos días, puede, efectivamente, ser la soluciónmás acertada, pero si los pasos que se dan no se hacen con periciaadecuada nos pueden llevar al desastre, por lo que revisemos bien elestado de nuestra compañía y fijemos unos objetivos claros antes detomar cualquier decisión.Con la intención de insistir, una vez más, en que las responsabilidadesdel promotor no terminan en la elección de sus técnicos y contratistas,he considerado conveniente traer a colación la “LISOS” queno es otra cosa que el acrónimo con el que se denomina a la por otraparte poco conocida, Ley sobre Infracciones y Sanciones en el OrdenSocial, la cual fue actualizada como consecuencia de la promulgación,entre otras, de la Ley 52/2003, de 12 de diciembre, de reforma delmarco normativo de la prevención de riesgos laborales.Dicho texto legislativo trata de las infracciones administrativas enel orden social y de las omisiones de los distintos sujetos responsables,tipificadas y sancionadas en la referida Ley, la cual contiene un apartadoespecífico en materia de prevención de riesgos laborales dirigidode una forma concreta a empresarios (promotores y contratistas) ytrabajadores por cuenta propia.De tal modo que han de conocer que, podrán ser consideradascomo infracciones graves, en materia de prevención de riesgos laborales,en el ámbito del RD. 1627/97, imputables al promotor, entre otras,las siguientes omisiones o incumplimientos:No designar al/los coordinador/es en materia de seguridad y saludcuando ello sea preceptivo.Incumplir la obligación de que se elabore el estudio de seguridady salud, con el alcance y contenido establecido en la normativa deprevención de riesgos laborales, o bien que el contenido del mismopresente carencias o deficiencias significativas.No adoptar las medidas necesarias para garantizar que los empresariosque desarrollan actividades en la obra reciban la información ylas instrucciones adecuadas sobre los riesgos y las medidas de protección,prevención y emergencia. Esto puede alcanzar la consideraciónde infracción muy grave cuando se trate de actividades reglamentariamenteconsideradas como peligrosas o con riesgos especiales según elAnexo II del RD. 1627/97. La información habrá de facilitarse antesdel inicio de las actividades así como cuando se produzca algún cambioen los riesgos propios del centro de trabajo que sea significativo aefectos preventivos.No cumplir los coordinadores en materia de seguridad y saludtanto, las obligaciones establecidas en el artículo 9 del RD 1627/97como consecuencia de su falta de presencia, dedicación o actividad enla obra, como otras distintas de las anteriores, que tengan o puedanllegar a tener repercusión grave en relación con la seguridad y saluden la obraLa suscripción de pactos con los contratistas que tengan por objetola elusión, en fraude de ley, de las responsabilidades establecidas porla Ley que nos ocupa, concretamente en el apartado 3 del artículo 42de la misma.Se trata de sanciones que oscilan entre 1.502,53 y 30.050,61euros, para las infracciones calificadas como graves y entre 30.050,61y 601.012,10 euros, para las calificadas como muy graves. Sancionesque, en todo caso, deberán ir precedidas de la instrucción del oportunoexpediente, a propuesta de la Inspección de Trabajo y SeguridadSocial, sin que esto signifique la exención respecto de responsabilidadesde otro orden que pudiesen concurrir.
75 • Ap r o i nSegurosEmilio Ríos LópezBVC ArtaiTel. 986 439 600 – erl@artai.comTasacionesLuis Aranazdepartamento internacional Tinsa - Argentina,Chile, México, Perú, Uruguay, Portugal, FranciaTel. 986 443 314 – pontevedra@tinsa.esTie m p o s re v u e l t o s–So c i o sLa ga r a n t í a tr i e n a lFia b l e sCon la entrada en vigor de la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenaciónde la Edificación (LOE), el 6 de mayo del año 2000, se fijaron una serie derequisitos básicos que se englobaron en tres grandes familias:Los relativos a la funcionalidad.Los relativos a la seguridad.Los relativos a la habitabilidad.Estableciéndose para ello una serie de responsabilidades que deberían sergarantizadas a través de seguro de caución o de daños materiales, como son:Garantía anual, sobre vicios o defectos de terminación o acabado.Garantía trienal, sobre vicios o defectos de elementos constructivos o instalacionesque ocasiones el incumplimiento de los requisitos de habitabilidad.Garantía decenal, sobre vicios o defectos estructurales.Las garantías, trienal y anual (este se puede suplir con la retención del promotory se solapa, de alguna forma, con el Periodo de cobertura de mantenimientode los Seguros de Construcción), quedaron a expensas de su desarrollonormativo, entre este desarrollo se establecía la creación de un Código Técnicode la Edificación (CTE) que estableciera las exigencias que debían cumplir losedificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad.Con la entrada en vigor del CTE el 17 de marzo de 2006, se establece elmarco normativo, y regulador, que deben cumplir los edificios con respectoa los requisitos antes mencionados y que da abrigo a un posterior desarrolloreglamentario de las características que deben cumplir las garantías/segurostrienales y/o anuales, fijando si cabe, su obligatoriedad.En un principio el mercado asegurador, no estaba dando respuesta a laGarantía Trienal, salvo en lo concerniente a la Estanqueidad de cubiertas yFachadas, pero manteniéndose el criterio PRE-LOE, con el año de carencia/observación. A posteriori se desarrolló algún producto Trienal (con esa mismafilosofía) que ampliaba su cobertura a las Instalaciones y Obra Secundaria dela Edificación.Hoy en día, se ha dado el pistoletazo de salida para el desarrollo final deun producto que otorgue, definitivamente, cobe rtura a la Garantía Trienal, seha desarrollado un producto que garantiza, sin carencia temporal de ningúntipo, la Estanqueidad de cubiertas y fachadas, la obra secundaria y las instalaciones,con el fin de cubrir los daños materiales en el edificio como consecuenciade vicios o defectos en dichos elementos, siendo su principal paquetede coberturas las siguientes:Los daños materiales que afecten a los elementos constitutivos de las instalacionesfijas y equipamiento propio del edificio, así como, de la obra secundaria,que tengan su origen en errores de proyecto, defectos de materiales o deejecución en dichos elementos.Los costes de reparación o restitución de aquellos elementos dañados, descritoscomo unidad de obra, que garantizan la impermeabilización, que tengansu origen en errores de proyecto, defectos de materiales o de ejecución en lamisma, siempre que ello haya dado lugar a la manifestación de un daño materialproducido por el agua.Los costes de reparación o restitución de aquellas otras partes del edificioque resultaran dañadas a causa de un siniestro, amparado en el apartado anterior,así como aquellas partes que resultasen dañadas necesariamente para lareparación de los daños cubiertos.Los gastos de desescombro de las partes dañadas.Queda por resolver el controvertido tema de la Habitabilidad en cuanto ahigiene, salud y protección del medioambiente, ahorro de energía y aislamientotérmico y acústico, así como, otros aspectos funcionales… y encajar todo ellocon el concepto de daño material, con el fin de dar cobertura a estas cuestionesa través de un seguro…En todos estos aspectos, cabe resaltar, la figura de los Organismos de ControlTécnico (OCT), su experiencia y profesionalidad, debido a que van a jugarun papel más importante, primordial se podría decir, para el desarrollo deestas coberturas y en su caso la otorgación de las garantías por parte del asegurador,siendo su misión, a partir de ahora, más intensa y exhaustiva.Por último animo a todos a que vean esta garantía, como algo innovador,como un elemento diferenciador, que sea sinónimo de calidad y que sea ungranito más de arena que sirva de catalizador para la recuperación de la confianzaperdida en la delicada situación que atraviesa el sector.A nadie que lea la prensa diaria se le oculta la difícil situación porla que atraviesan tanto el sector inmobiliario como el resto de la economíaen España en los últimos tiempos.Ante esta coyuntura, son cada vez más las empresas (vinculadas ono al sector inmobiliario) que han potenciado la búsqueda de tercerosmercados hacia los que canalizar sus inversiones.En esta andadura, el conocimiento en profundidad de los mercadosexteriores y sus reglas de juego, sus tendencias, normativas yregulaciones (legales, laborales, fiscales,…) se hace imprescindible.El “buen olfato”, fruto de nuestra experiencia en un determinadosector, suele jugarnos “malas pasadas” cuando tratamos de aplicarloen coyunturas y mercados diferentes a los que estamos acostumbrados.A modo de ejemplo, ni tan siquiera en mercados hispanohablantes losactores locales consiguen interpretar correctamente nuestro castellano,y se producen habitualmente malos entendidos e interpretaciones.Si esto es así, ¿Como extrañarnos de las dificultades que surgen relacionadascon diferentes usos y prácticas de funcionamiento (urbanísticas,registrales, de negociación,…) propias de los distintos mercadosen los que intentamos actuar?No juzguemos impulsivamente y tratemos de homogeneizar mercadosque, a ciencia cierta, difieren significativamente de los nuestros.Esos mercados funcionan, al menos localmente, y si queremos detectaroportunidades de negocio en los mismos debemos conocerlos o hacernosacompañar de personas que los conozcan. Identificar las buenasoportunidades de negocio es fruto de la conjunción de varios factorescomo una experiencia y presencia física en la zona, contrastadas metodologíasde análisis y estudio, participación en el asesoramiento enproyectos y operaciones junto a los clientes. Tan solo bajo estas condicionesse puede ofrecer con tranquilidad el asesoramiento a tercerosjugadores.Asimismo, se torna cada día más importante la búsqueda y obtenciónde financiación en un mercado como el actual, escaso de recursosdisponibles, tan distinto al que hemos vivido durante el últimodecenio. Para ello, la labor de empresas serias que puedan determinarel correcto valor de proyectos e inversiones, puede suponer una importanteayuda.Hoy en día, al margen de ser buenos, hemos de demostrarlo, yencontramos que, cada vez más, la opinión de valor arrojada sobreun determinado proyecto o desarrollo, expresada por una empresade reconocida reputación, es determinante y sirve de gran apoyo a lahora de buscar financiación o socios. Al mismo tiempo, financiadorese inversores reclaman un mayor conocimiento y solvencia a la horade analizar sus potenciales inversiones en el exterior, miran con lupalos proyectos y solicitan de compañías de prestigio y con presenciainternacional su opinión y apoyo antes de aventurarse a depositar susfondos.Ninguno de los que operamos habitualmente en los mercados inmobiliarios,ya sea como inversores, desarrolladores o asesores, vivimoscon alegría la coyuntura del momento. Tiempos difíciles y revueltos,en los que se hace imprescindible incrementar la profesionalidaden cada una de nuestras actuaciones. Es el momento del análisis rigurosoy estricto, de la prueba y la demostración, de sacar partido a todauna trayectoria de trabajo realizado con seriedad, destinado a conocery cubrir geográficamente diferentes mercados y enfocado, ante todo,a la calidad en las actuaciones para poder asesorar con rigor. Es, sinninguna duda, el momento de elegir socios buenos y fiables para sacaradelante los proyectos en todo el mundo.