La trampa de la indifer<strong>en</strong>ciamil<strong>en</strong>io con la proclamación del Año del Niño. Me costaba creerlo, y escribía <strong>un</strong> amigo, periodista afroamericano, para saber lo que él p<strong>en</strong>saba. Ésta es surespuesta:No veo nada malo <strong>en</strong> proclamar <strong>un</strong> año del niño. Incluso, puede quet<strong>en</strong>ga algo de laudable. Pero lo cierto es que esa proclamación, por másnobles que sean sus int<strong>en</strong>ciones, t<strong>en</strong>drá poco efecto concreto sobre las vidasinfelices de miles de millones de niños pequeños que luchan por respirar <strong>en</strong>este planeta.Los diplomáticos y los políticos obedec<strong>en</strong> al poder de los intereses creadosy son sus instrum<strong>en</strong>tos. Según t<strong>en</strong>go <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido, los niños no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> PAC(comités de acción política), ni dispon<strong>en</strong> de capital. Son pequeños símbolosque están a mano para recibir besos <strong>en</strong> la campaña electoral. Pero cuando sepon<strong>en</strong> <strong>en</strong> marcha los programas concretos de los políticos, no se les prestaat<strong>en</strong>ción.Si sobreviv<strong>en</strong>, los niños de hoy heredarán <strong>un</strong> m<strong>un</strong>do que sus padres yabuelos han devastado, cuyos mares son vertederos ácidos de donde han huidolas ball<strong>en</strong>as; cuyas selvas tropicales sólo son recuerdos con que sueñan losindios; donde la avaricia del hombre ha saqueado las <strong>en</strong>trañas de la MadreTierra y convertido los g<strong>en</strong>es humanos <strong>en</strong> fábricas de lucro. Heredarán <strong>un</strong>planeta exhausto, donde el agua potable es cada vez más escasa, y donde elaire puro es <strong>un</strong>a mercancía…El m<strong>un</strong>do <strong>en</strong> que vivimos teme y odia a su cría. Si no fuera así, ¿cómoexplicar la her<strong>en</strong>cia sucia, contaminada y hueca que les dejamos? Esta g<strong>en</strong>eración,que alcanzó la mayoría de edad <strong>en</strong> medio de <strong>un</strong>a creci<strong>en</strong>te oleada demovimi<strong>en</strong>tos de liberación, hoy es <strong>un</strong>a de las más represivas <strong>en</strong> la historiahumana; despacha a sus <strong>hijo</strong>s a más calabozos por más tiempo que la g<strong>en</strong>eraciónpreced<strong>en</strong>te. Despoja a las escuelas urbanas y rurales que ya estabanarruinadas, y fom<strong>en</strong>ta <strong>un</strong>a educación irrelevante cuyo m<strong>en</strong>saje es<strong>en</strong>cial es laobedi<strong>en</strong>cia.Los conocimi<strong>en</strong>tos se han convertido <strong>en</strong> <strong>un</strong>a mercancía más, al alcancede los pocos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> con qué comprarla. <strong>En</strong> <strong>un</strong>a nación que ha amasadomás riquezas que el antiguo Imperio Romano, millones de niños asist<strong>en</strong> aescuelas tristes y descalabradas —horr<strong>en</strong>dos mataderos de la m<strong>en</strong>te.<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>
La trampa de la indifer<strong>en</strong>ciaNuestros <strong>hijo</strong>s están sedi<strong>en</strong>tos de amor. Usan calzado deportivo de dosci<strong>en</strong>tosdólares, videojuegos, computadoras. Alg<strong>un</strong>os incluso ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus propiosautos —los refulg<strong>en</strong>tes despojos de padres que trabajan ambos. Ti<strong>en</strong><strong>en</strong>todos los últimos juguetes, pero no recib<strong>en</strong> amor.Si los niños no son amados, ¿cómo pued<strong>en</strong> amar? Si no son amados, ¿quépued<strong>en</strong> hacer sino odiar?…El Año del Niño se proclamará a toda voz y con fanfarrias, <strong>en</strong> cal<strong>en</strong>dariosy periódicos, y por los m<strong>en</strong>tirosos labios de políticos alcahuetes. Pero cuandose acab<strong>en</strong> las hojas del cal<strong>en</strong>dario, cuando el periódico se arroje estrujadoa la basura y los políticos llor<strong>en</strong> sus lágrimas de cocodrilo porque “si<strong>en</strong>t<strong>en</strong>nuestro dolor”, nuestros <strong>hijo</strong>s seguirán si<strong>en</strong>do los náufragos del buque capitalista.Se ahogan <strong>en</strong> <strong>un</strong> mar de indifer<strong>en</strong>cia, y seguirán ahogándose despuésdel año 2000.Por supuesto, no podemos culpar sólo al gobierno. También somos culpablesnosotros mismos. Con nuestro estilo de vida de clase media privilegiada,hemos creado, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> parte, los arrabales donde de <strong>en</strong>trada todo va <strong>en</strong>contra de los <strong>hijo</strong>s del pobre. Permanecemos mudos ante <strong>un</strong>a política queam<strong>en</strong>aza el futuro de naciones <strong>en</strong>teras; apartamos la vista cuando reprim<strong>en</strong>,<strong>en</strong>carcelan, esclavizan y dejan morir de hambre a niños de otras razas y clasessociales. Mi<strong>en</strong>tras nos distanciemos de todo esto a sabi<strong>en</strong>das, no podremosinvocar nuestra inoc<strong>en</strong>cia.Admito que, ante el sufrimi<strong>en</strong>to de los niños necesitados del m<strong>un</strong>do, muchag<strong>en</strong>te no es indifer<strong>en</strong>te sino ignorante. Tal era sin duda mi caso, al m<strong>en</strong>oshasta aquel día de mayo de 1998, cuando mi iglesia me <strong>en</strong>vió a Bagdad. Allí fuitestigo de sufrimi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> <strong>un</strong>a escala que jamás podría haber imaginado.Nuestro viaje fue <strong>un</strong> gesto de bu<strong>en</strong>a vol<strong>un</strong>tad. Éramos <strong>un</strong> grupo de europeosy norteamericanos opuestos a las sanciones de las Naciones Unidas contraIrak. Visitamos refugios antiaéreos, hospitales, guarderías infantiles y escuelas,y pres<strong>en</strong>ciamos los espectáculos más duros que jamás he visto. Ci<strong>en</strong>tos d<strong>en</strong>iños se morían de hambre ante nuestros ojos; las madres sollozaban, suplicándonosque les dijéramos por qué las tratábamos de esa manera. <strong>En</strong> lugar de<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>
- Page 2 and 3: En PeligroTu hijo en unmundo hostil
- Page 4 and 5: Cuando alguien me pregunta si debe
- Page 6 and 7: ÍndiceIntroducción ..............
- Page 8: Introducciónguen transformándola
- Page 11: La trampa de la indiferenciapúblic
- Page 15 and 16: La trampa de la indiferenciatratamo
- Page 17 and 18: 2. El niño mercancíaDonde esté t
- Page 19 and 20: El niño mercancía13diariamente. A
- Page 21 and 22: El niño mercancía1mí y mis herma
- Page 23 and 24: El niño mercancía1o semanas—tra
- Page 25 and 26: El niño mercancía1era dejar el de
- Page 27 and 28: 3. Grandes expectativasSiempre he l
- Page 29 and 30: Grandes expectativas3fantasía u ot
- Page 31 and 32: Grandes expectativastanto ese hombr
- Page 33 and 34: Grandes expectativasviene repetir l
- Page 35 and 36: Grandes expectativaslas horas libre
- Page 37 and 38: 4. El poder de un abrazoAntes de te
- Page 39 and 40: El poder de un abrazo33no… Cuando
- Page 41 and 42: El poder de un abrazo3someten a los
- Page 43 and 44: El poder de un abrazo3para qué viv
- Page 45 and 46: El poder de un abrazo3los adultos d
- Page 47 and 48: Hechos sí, palabras no1optan por l
- Page 49 and 50: Hechos sí, palabras no3sembraron.
- Page 51 and 52: Hechos sí, palabras noHay padres q
- Page 53 and 54: Hechos sí, palabras nola violencia
- Page 55 and 56: Hechos sí, palabras noen autos, en
- Page 57 and 58: Hechos sí, palabras no1No obstante
- Page 59 and 60: Hechos sí, palabras no3y Kareem ya
- Page 61 and 62: La solución cómodamaternidad es o
- Page 63 and 64:
La solución cómodasi piensan que
- Page 65 and 66:
La solución cómodaDurante todo es
- Page 67 and 68:
La solución cómoda1incluso para r
- Page 69 and 70:
La solución cómoda3la educación
- Page 71 and 72:
Elogio de la oveja negradefecto, si
- Page 73 and 74:
Elogio de la oveja negraAún si no
- Page 75 and 76:
Elogio de la oveja negramisma. Me t
- Page 77 and 78:
Elogio de la oveja negra1simplement
- Page 79 and 80:
Elogio de la oveja negra3afirmaría
- Page 81 and 82:
Elogio de la oveja negracompleto. E
- Page 83 and 84:
Elogio de la oveja negraporte bien
- Page 85 and 86:
Reverenciade escepticismo salado po
- Page 87 and 88:
Reverencia1de educar ni a uno solo
- Page 89 and 90:
Reverencia3Haga usted el experiment
- Page 91 and 92:
Reverenciajuzgamos una práctica er
- Page 93 and 94:
ReverenciaLoren tenía las mismas m
- Page 95 and 96:
Despegarsede lo que el individuo ha
- Page 97 and 98:
Despegarse1en su libertad”.Por su
- Page 99 and 100:
Despegarse3que piensen nuestros hij
- Page 101 and 102:
Despegarseser interpretada por el n
- Page 103 and 104:
Despegarseflote. Servir a los demá
- Page 105 and 106:
Despegarsecuestión de eficiencia,
- Page 107 and 108:
Epílogo 101niño en peligro—que
- Page 109:
AgradecimientosAl mismo tiempo de d