30.07.2015 Views

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Hechos sí, palabras nola viol<strong>en</strong>cia. De mil maneras hemos <strong>en</strong>señado a nuestros <strong>hijo</strong>s… que el tipomalo merece morir…¿Te parece extremo? No nos <strong>en</strong>gañemos. La muerte es <strong>un</strong>a situación extrema,y los niños prestan at<strong>en</strong>ción.La manera retorcida <strong>en</strong> que tratamos la viol<strong>en</strong>cia es más que <strong>un</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>omeram<strong>en</strong>te social o político; <strong>en</strong>contramos sus raíces <strong>en</strong> la sala de cada hogar.El problema va mucho más allá de la viol<strong>en</strong>cia. Es inútil querer educar a <strong>un</strong>niño con respecto a cualquier vicio o virtud mi<strong>en</strong>tras lo que hacemos contradigalo que decimos.El sexo es otro terr<strong>en</strong>o <strong>en</strong> el cual incluso padres bi<strong>en</strong> int<strong>en</strong>cionados suel<strong>en</strong>desori<strong>en</strong>tar a sus <strong>hijo</strong>s. Cuando no es por hipocresía, es porque les dan señalescontradictorios e ideas confusas. Al igual que la viol<strong>en</strong>cia, la educación sexuales objeto de gran preocupación por parte de muchos padres, y es <strong>un</strong> tema muydiscutido. Pero somos indecisos <strong>en</strong> qué decir a nuestros <strong>hijo</strong>s e hijas, cómodecirlo y cuándo, y mi<strong>en</strong>tras tanto olvidamos lo más importante: la influ<strong>en</strong>ciaque ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nuestras propias acciones. Mi<strong>en</strong>tras no com<strong>en</strong>cemos a vivir demanera acorde con nuestras convicciones—mi<strong>en</strong>tras no exijamos de nosotroslo que exigimos de nuestros <strong>hijo</strong>s—fracasaremos <strong>en</strong> nuestros esfuerzos pordemostrar la integridad de carácter.Sobre la dificultad que t<strong>en</strong>emos los padres crey<strong>en</strong>tes de transmitir nuestrosvalores a la próxima g<strong>en</strong>eración, el pastor Blumhardt nos previ<strong>en</strong>e contranuestra prop<strong>en</strong>sión a moralizar y sermonear, y contra la ilusión de que llevara los pequeños a la iglesia sea de provecho para ellos. “Mi<strong>en</strong>tras Cristo vivasólo <strong>en</strong> tu Biblia… y no <strong>en</strong> tu corazón”, dice Blumhardt, “tus esfuerzos porque tus <strong>hijo</strong>s se acerqu<strong>en</strong> al Señor ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que fallar”. El m<strong>en</strong>saje es evid<strong>en</strong>te,cualquiera sea nuestra fe o aus<strong>en</strong>cia de fe.Ryan, <strong>un</strong> jov<strong>en</strong> preso cuya educación ejemplar <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>un</strong>a familia“religiosa” no era más que fachada, <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de eso bi<strong>en</strong>. Asistió desde el primergrado a <strong>un</strong>a escuela católica privada, donde era <strong>un</strong> estudiante muy popular—t<strong>en</strong>ía muchos amigos y era el payaso de su clase. Atleta prometedor, Ryan<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!