30.07.2015 Views

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Elogio de la oveja negracompleto. <strong>En</strong>tonces corría por el pasillo vociferando: “¡No! ¡no! ¡no!” Tirabalas puertas y gritaba a las personas y objetos que le impedían el paso.Andando el tiempo, nos desal<strong>en</strong>tamos más y más. Hablábamos, orábamos,leíamos y volvíamos a hablar. Acudimos a médicos pediatras y asistimosa consultas <strong>en</strong>tre padres y maestros. Pedimos consejos y los recibimos <strong>en</strong>ab<strong>un</strong>dancia. Pero no t<strong>en</strong>íamos ning<strong>un</strong>a confianza <strong>en</strong> nosotros mismos, ni<strong>en</strong> James.Hoy sabemos que fue ése nuestro mayor impedim<strong>en</strong>to: que <strong>en</strong> vez deactuar según nuestras propias convicciones, buscamos consejos aj<strong>en</strong>os. <strong>En</strong>parte, debido a <strong>un</strong> exagerado miedo de que James no iba a “salir bi<strong>en</strong>”, nospresionamos a nosotros mismos y a él para que se adaptara. <strong>En</strong> parte, temíamos(a<strong>un</strong> inconsci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te) que su “fracaso” pudiera repercutir <strong>en</strong> laimag<strong>en</strong> de sus padres, es decir, que nuestro <strong>hijo</strong> llegaría a ser <strong>un</strong>a am<strong>en</strong>azapara nuestra bu<strong>en</strong>a reputación. Y <strong>en</strong> parte, si bi<strong>en</strong> n<strong>un</strong>ca dejamos de abrigaralg<strong>un</strong>a esperanza, ya no creíamos <strong>en</strong> la posibilidad de que James pudieracambiar.Por suerte t<strong>en</strong>íamos amigos que no habían perdido la esperanza. Finalm<strong>en</strong>te,gracias a ellos cambiamos de rumbo y resolvimos nuestros problemas.Para mí, el mom<strong>en</strong>to decisivo fue cuando me di cu<strong>en</strong>ta de que la causa d<strong>en</strong>uestras dificultades no era ni James ni yo, sino mi actitud fr<strong>en</strong>te al desafíode criar a <strong>un</strong> <strong>hijo</strong> que no <strong>en</strong>cajaba d<strong>en</strong>tro del molde. ¿Y por qué demoniost<strong>en</strong>ía que <strong>en</strong>cajar? Ahora las cosas empezaron a tomar <strong>un</strong> curso normal.Pude deshacerme de mis ideas de cómo debía ser James, lo que eliminómuchos motivos para regañarlo, y hubo m<strong>en</strong>os ocasiones para frustrarse,etcétera…<strong>En</strong> los dos últimos años, James se ha vuelto más estable y más feliz que <strong>en</strong>cualquier otra época que recordemos mi esposa y yo. Y, más importante aún,nosotros mismos hemos cambiado. Estamos apr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a estar a disposiciónde James cuando nos necesite, sin preocuparnos y sin t<strong>en</strong>er int<strong>en</strong>cionesespeciales. <strong>En</strong> cuanto a id<strong>en</strong>tificar los “trastornos” <strong>en</strong> su comportami<strong>en</strong>to(cosa que aún no ha sido posible), hemos llegado a aceptar que de nada sirveel más exacto de los diagnósticos, si no hay cura. Y la mejor cura es el amor.N<strong>un</strong>ca seremos <strong>un</strong>a familia modelo. Pero al m<strong>en</strong>os somos <strong>un</strong>a familiamás fuerte. Y si algo nos ha <strong>en</strong>señado nuestro <strong>hijo</strong> es esto: la familia más<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!