30.07.2015 Views

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La solución cómodafer<strong>en</strong>cias. Al asumirla como <strong>un</strong>a tarea, debes estar dispuesta a r<strong>en</strong><strong>un</strong>ciar atodo —al tiempo libre, las noches de sueño ininterrumpido, las aficiones ypasatiempos, tus deseos de mant<strong>en</strong>erte <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as condiciones físicas, y todosaquellos pequeños placeres a los cuales creías t<strong>en</strong>er derecho, tales como lasc<strong>en</strong>as a altas horas de la noche y prolongados baños cali<strong>en</strong>tes, o las excursionesde fin de semana y los paseos <strong>en</strong> bicicleta… No digo que todo esose haya vuelto imposible por siempre jamás; pero sí has de estar dispuesta ar<strong>en</strong><strong>un</strong>ciar a todo ello <strong>un</strong>a vez que te decidas a t<strong>en</strong>er <strong>hijo</strong>s y darles el lugar queles corresponde: el primer lugar.Para muchas mujeres—sobre todo <strong>en</strong> los países subdesarrollados y <strong>en</strong>tre losmarginados de nuestro país—no es cuestión de sacrificio. Placeres como ésosson las v<strong>en</strong>tajas de <strong>un</strong>a vida acomodada, al alcance exclusivo de los pocosprivilegiados. Y a<strong>un</strong>que nuestra opul<strong>en</strong>cia nos permita darlas por s<strong>en</strong>tadas, noestá de más acordarnos de la realidad. No olvidemos tampoco que el progresotecnológico nos ha liberado de casi todas las tareas que realizaban nuestrosabuelos—cortar leña, arar el suelo, <strong>en</strong>c<strong>en</strong>der la hoguera, traer agua del aljibe—esdecir, de pesada labor física y largas esperas. Pero al mismo tiempo eseprogreso nos ha privado de la formación de carácter que todo aquello conlleva.Como ya no sabemos lo que significa el trabajo duro, no estamos <strong>en</strong> condicionesde transmitir su valor a nuestros <strong>hijo</strong>s.Donde me crié, el trabajo físico formaba parte de la vida diaria. No tuvimosque buscarlo. <strong>En</strong> casa no había agua corri<strong>en</strong>te ni calefacción c<strong>en</strong>tral, y pormuchos años no tuvimos electricidad. Las comidas se cocinaban <strong>en</strong> <strong>un</strong> fogónal aire libre y siempre había leña por cortar y apilar, y agua que cargar. Lahierba se chapeaba con machete; era áspera, maciza y alta, sobre todo despuésde la lluvia. De adolesc<strong>en</strong>te, solía quejarme de las interminables tareas d<strong>en</strong>troy fuera de la casa, pero la firmeza de mis padres no cejó. Hoy se lo agradezco,porque sé que su insist<strong>en</strong>cia me inculcó autodisciplina, conc<strong>en</strong>tración, perseveranciay la aptitud para llevar a cabo lo que se ha empezado —cualidadesindisp<strong>en</strong>sables para ser padre.Conozco a muy pocos padres hoy <strong>en</strong> día que cargan agua, pero se <strong>en</strong>gañan<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!