30.07.2015 Views

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

En Peligro - Tu hijo en un mundo hostil - Plough

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El poder de <strong>un</strong> abrazo33no… Cuando <strong>en</strong>tré <strong>en</strong> la sec<strong>un</strong>daria, me <strong>en</strong>diablé e hice todo lo posiblepor contrariarlo. Papá podría t<strong>en</strong>er la última palabra <strong>en</strong> casa, p<strong>en</strong>saba yo,pero <strong>en</strong> ningún otro lugar. Va sin decir que hasta el día de hoy la relación<strong>en</strong>tre nosotros no es nada del otro m<strong>un</strong>do.La historia de Eric es deplorable, pero sin duda a <strong>un</strong> sinnúmero de adultos lessu<strong>en</strong>a familiar; les hará recordar algún incid<strong>en</strong>te similar que empañó lo que podríahaber sido <strong>un</strong>a niñez de pura felicidad. Desgraciadam<strong>en</strong>te, hay padres tancegados por sus principios que son incapaces de dejarse llevar por el corazón.Son los amos de sus dominios, siempre preocupados por “hacer lo correcto”, y<strong>en</strong>tre tanto, ¡cuántos padres pierd<strong>en</strong> a sus <strong>hijo</strong>s!Cuando se habla de la crianza de los <strong>hijo</strong>s, la palabra “disciplina” ha de ser<strong>un</strong>a de las más trilladas, y <strong>un</strong>a de las m<strong>en</strong>os <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didas. La disciplina no selimita al castigo. ¿<strong>En</strong> qué consiste, <strong>en</strong>tonces? Es guía, pero no es control; espersuasión, pero no es imposición ni coerción. Puede incluir el castigo o laam<strong>en</strong>aza del castigo, pero jamás crueldad ni fuerza. N<strong>un</strong>ca debe implicar elempleo de castigos corporales, que a mi parecer es signo de bancarrota moral.Lo que sí, siempre debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el temperam<strong>en</strong>to del niño. Comodijo mi abuelo, el escritor Eberhard Arnold: “He aquí lo es<strong>en</strong>cial. Criar a los<strong>hijo</strong>s significa guiarlos para que llegu<strong>en</strong> a ser hombres y mujeres según el plande Dios”.Por suerte, durante nuestros años formativos, mis padres nos trataron conesa consideración a mis hermanos y a mí; <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, hubo <strong>un</strong>a relaciónde confianza y cariño mutuos, hasta el fin de sus vidas. Por supuesto, la baseera mucha disciplina a la antigua. Nos repr<strong>en</strong>dieron y regañaron, y a vecesnos chillaron (sobre todo si le replicábamos a mamá). Después nos pasábamosvarias horas avergonzados, seguros de que los vecinos lo habían oído todo.<strong>En</strong> nuestro hogar, era pecado insultar o ridiculizar a <strong>un</strong>a persona. Como hac<strong>en</strong>los niños <strong>en</strong> cualquier parte del m<strong>un</strong>do, a veces nos burlábamos de adultosque eran “difer<strong>en</strong>tes”, como G<strong>un</strong>ther, el bibliotecario de la escuela, hombre dealta estatura y algo perfeccionista, o nuestro tartamudo vecino Nicolás. Pero<strong>En</strong> <strong>Peligro</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!