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eforzado viejos temores de que se ha convertido aisladas de la guerra una de sus tropas. En adicción, su presunta
negativa para balancear su orden original para remover a Ochoa por la transferencia de algunos oficiales corruptos e
ineptos indica su énfasis en la lealtad en lugar de su competencia.
La simpatía de Ochoa, también subraya la creciente frustración militar sobre la resistencia de García de adoptar una
estrategia más agresiva en la guerra. García había criticado en repetidas ocasiones el alto comando en operaciones a
gran escala. Durante la rebelión de Ochoa, su condenación de la estrategia convencional de García fue respaldado por
oficiales de varias unidades. Particularmente las fuerzas aéreas.
Tales cuestiones no se resolverían pronto, ni con el retiro de García. El General Vides Casanova, director de la Guardia
Nacional, es el siguiente para dirigir las fuerzas armadas.
Vides ha indicado a oficiales de Estados Unidos que si la línea de sucesión se mantiene, su principal objetivo podría ser
actuar como conciliador y preservar la unidad militar. Le falta una base amplia de apoyo and las fuerzas armadas, y su
habilidad para instituir una táctica y una estrategia cambiada podría ser limitada.
La conexión de derecha
El desacuerdo de Ochoa con el alto comando también está basado en factores ideológicos. Como un ultraconservador,
Ochoa y otros oficiales afines se han convertido cada vez más frustrados por la aplicación de reformas en el gobierno
de García, particularmente el programa agrario. Aunque los ultraconservadores probablemente solo representan el
15% de las fuerzas armadas, un número de ellos son importantes y populares en el campo de comandantes.
24 enero 1983
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