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C05508262
APROBADO PARA DIVULGACION:
02-MAR-2016
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Creando una situación propicio para aumentar la presión
pública y oficial en los Estados Unidos para una
reducción o cortar la asistencia a El Salvador.
Complicando cualquier esfuerzo de Washington para
generar apoyo financiero y diplomático internacional
para el gobierno de Duarte. (S NF)
Más allá de estas consideraciones de las políticas, en nuestra
opinión la frustración de la extrema derecha sobre su pasada
incapacidad para socavar el apoyo estadounidense para la
transición a los moderados en El Salvador representa una
creciente amenaza para los oficiales estadounidenses en el país.
Los extremistas acusan públicamente a la Agencia para el
Desarrollo Internacional de Estados Unidos de haber impuesto en
el país un proceso reformista supuestamente perjudicial, al
Congreso estadounidense de restricciones financieras y políticas
en el esfuerzo de la guerra salvadoreña y a la Embajada de
Estados Unidos de manipular las elecciones presidenciales en
mayo de 1984 a favor de los Demócrata Cristianos. (S NF)
De hecho, poco después de la victoria electoral de Duarte, una
oleada de reportes de fuentes de indeterminada fiabilidad
indicaron que los extremistas estaban conspirando para atacar a
personal de Estados Unidos en El Salvador.
que ARENA había contratado varios asesinos
uruguayos para idear un plan para asesinar al Embajador de los
Estados Unidos. Los asesinatos serían llevados a cabo al estilo de
los ataques terroristas de la izquierda.
que el Embajador de Estados Unidos estaba
bajo vigilancia, e indicaron que un ataque contra el Embajador
estaba siendo planeado posiblemente como parte de una
conspiración más grande de ARENA para poner como blanco a un
número de diplomáticos estadounidenses y otros oficiales.
que un tirador no identificado fue pagado
para comenzar a apuntar a oficiales de la Embajada de Estados
Unidos. Los máximos líderes de ARENA estaban conscientes de
esto y otros conspiraron contra oficiales estadounidenses, y
coincidieron en el financiamiento de los terroristas, proporcionar
armas y protegerlos.
Nosotros creemos que las amenazas de los derechistas contra el
personal de Estados Unidos son especialmente serias a la luz del
apoyo de Washington para la iniciativa de paz del Presidente
Duarte. Tanto como el diálogo con las guerrillas progresa, las
fuerzas armadas y el sector privado pueden temer de forma
creciente que Duarte se arriesga a ser políticamente flanqueado
por los rebeldes en las futuras conversaciones de paz, o peor,
militarmente atado por un desfavorable acuerdo cese de fuego.
Algunos fanáticos de derecha pueden estar deseando más tratar
de intimidar a Washington directamente mediante ataques
contra personal estadounidense para debilitar las políticas de la
democracia cristiana. (S NF)
(b)(1)
(b)(3) NatSecAct
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