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El ministro de Defensa Vides ha animado a la
atención más profesional a la guerra, pero la máxima
dirección ha dejado de ser vulnerable a la presión
política, tanto dentro como fuera de los militares.
Perspectivas de rendimiento
Planificadores salvadoreños y estadounidenses
continuaron previsión de mejoras de la fuerza en 1984.
Según el informe, el gobierno salvadoreño espera para
añadir col 6.000 soldados menos, establecer más
batallón IR, y terminar la consolidación de las fuerzas
locales en batallones ligeros. Se espera otra gran clase
de oficiales jóvenes a graduarse. Entrenándonos
equipos en El Salvador y el programa fuera del país
proporcionará la mayor parte de la preparación para el
combate de las fuerzas salvadoreñas, a pesar de los
esfuerzos de formación del gobierno es probable que
aumenten tanto la utilización del centro de formación
en La Unión. Según un informe de Agregado de Estados
Unidos, visitas de servicio pueden ser extendidos más
allá de dos años en 1984 como proyectos de ley se
revisarán tras la aprobación de la nueva Constitución de
la República. Gran parte de la actual apropiación ayuda
militar es probable que se gasta en la munición de
acuerdo con el personal de asistencia militar, aunque
han sido procesados los pedidos de equipos de
comunicaciones, artillería y camiones. Plan para
mejorar la inteligencia táctica y mejorar aún más la
atención médica también están bajo consideración.
En nuestra opinión, las debilidades en el sistema
salvadoreño, así como las fortalezas enemigas son
propensas a seguir reduciendo el impacto potencial de
las mejoras de la fuerza. Sobre la base de los
resultados hasta la fecha, se espera que las actitudes
de liderazgo que siguen evolucionando durante el
próximo año, pero sólo lentamente y de manera
desigual. El fortalecimiento del aparato de mando y
control en curso es probable que contribuya
gradualmente a la gestión de recursos más eficiente y
aumentar la moral de la oficina. Esperamos ampliado el
personal militar a todos los niveles a ser cada vez más
familiarizada con el uso de la inteligencia táctica,
aunque El Salvador seguirá dependiendo en gran
medida de los EE.UU. para la recogida y evaluación de
inteligencia.
Expansión de la mano de obra y el establecimiento de
las nuevas unidades mejorarán el potencial de combate
de las fuerzas armadas al proporcionar tropas
adicionales para las operaciones ofensivas más allá de
los requisitos de defensa estática. Creemos que las
necesidades de las nuevas tropas continuarán colar
programas de formación disponibles, lo que resulta en
el fildeo de unidades mal preparados para el combate
casualmente una tasa considerable, y un mayor
pérdida de armas y suministros al enemigo. Debido a
las limitaciones económicas, operacionales,
prioridades y sensibilidades nacionales, San Salvador,
también puede recortar en su uso del Centro Regional
de Entrenamiento Militar en Honduras en 1984. La
siguiente afluencia de jóvenes oficiales se encargará de
dirigir escalón inferior ampliado, el fomento de la
pequeña unidad operaciones, pero la escasez de
oficiales persistentes en los niveles de grado de la
compañía y de campo debilitará la gestión de la fuerza
ampliada.
Además, incluso si las fuerzas crecen a tasas
proyectadas, no se espera que el tamaño de los
militares a superar drásticamente el tamaño de las
fuerzas opuestas. Hasta el momento, los militares
salvadoreños con su proporción de sólo el 4,1 ha
Donde bien como para mantener su propia en el
campo teniendo en cuenta la mano de obra muy
pesada compromisos que se requieren en la
contrainsurgencia lucha para buscar a un enemigo
difícil de alcanzar. Las fuerzas gubernamentales han
beneficiado en cierta medida de multiplicadores de
fuerza tales como una mejor movilidad y potencia de
fuego que las fuerzas guerrilleras para lograr algunos
éxitos más allá de lo que sus cifras por sí solas
proporcionarían.
Suponiendo que no hay cambio dramático en mejoras
de las capacidades de insurgentes en la movilidad y
armamento durante el año que viene va a fortalecer
la capacidad del gobierno para mantener la presión
militar sobre los insurgentes. Las fuerzas armadas
podrán hacer uso inmediato de los camiones en el
orden y podrían beneficiarse de algunos helicópteros
adicionales de tipos que ya están en uso. Sin embargo,
cualquier oferta potencial de un gran número de
helicópteros, incluso si son del tipo que ya están en el
inventario salvadoreño, o de elementos adicionales,
tales como C-47 convertidos a helicópteros de
combate o Chinook helicópteros de carga pesada, se
enfrentaría a problemas de absorción, que juzgan.
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