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Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe

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<strong>edUTecNe</strong><br />

COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO- Eduardo Giorlandini<br />

alcance. Lo suficiente como para abandonar la tarea, a pesar de lo cual la Academia Porteña <strong>del</strong><br />

Lunfardo sigue publicando estos trabajos, además de otros de mayor envergadura.<br />

Esto que se denomina ¨<strong>lunfardo</strong>¨ hunde sus raíces en el tiempo, en la historia y, más cerca nuestro,<br />

en la propia nacionalidad. Sin embargo, se lo pone en el poste como a un reo y se repite que<br />

es el lenguaje de los <strong>del</strong>incuentes, o que nació en las cárceles o que se trata de un lenguaje de<br />

ocultación en absoluto. Como si un día los <strong>del</strong>incuentes, o los presos, o el lumpenproletariado<br />

se hubieran juntado para decir crear un vocabulario; como si fuera posible decir que a esto se le<br />

asigne una partida de nacimiento. Siempre reitero lo <strong>del</strong> filólogo Potter: el idioma comienza con<br />

los primeros sonidos guturales <strong>del</strong> hombre primitivo. Hoy tenemos cuatro mil lenguas y dialectos.<br />

Y a pesar de todo ello quieren encarcelar a esta facultad humana, la que debe ejercitarse y desenvolverse<br />

en libertad, aunque también con dignidad.<br />

3.Lunfardo en flor<br />

Como una vez dijo José Gobello que, quienes cultivamos los estudios sobre <strong>lunfardo</strong>, no somos<br />

las flores sino los jardineros, valga la expresión <strong>lunfardo</strong> en flor para señalar el momento previo a<br />

la madurez, sino de plenitud, de este tipo de quehacer técnico o práctico -o, por qué no, científico-<br />

y también de sus manifestaciones artísticas y literarias, inescindibles de la etimología, la semántica<br />

y las referencias lexicográficas.<br />

El desarrollo adquirido en los últimos tiempos nos determinan a un análisis de su estado actual,<br />

en forma objetiva, es decir sin ánimo de brindar un espectáculo, sin perjuicio de las interpretaciones<br />

erróneas de desconocedores o asombradizos. Ese desenvolvimiento lo merece: reconocido<br />

como una de las sublenguas más ricas <strong>del</strong> mundo, sostenemos su carácter de presupuesto idiomático.<br />

Prevalece su estudio dentro <strong>del</strong> ámbito de una institución reconocida: La Academia Porteña <strong>del</strong><br />

Lunfardo. Trasciende su marco e interesa a todos: los escritores, estudiosos y estudiantes; escuelas<br />

y universidades; instituciones e institutos, tanto nacionales como extranjeros; en fin, al pueblo<br />

todo. Sus trabajos son conocidos en muchos países y, en casos, traducidos. Mantiene relaciones<br />

con corporaciones similares y hasta convence a la Real Academia Española acerca <strong>del</strong> significado<br />

de la voz <strong>lunfardo</strong> (véase las últimas ediciones <strong>del</strong> ¨Diccionario de la Lengua Española¨, de<br />

esa academia). No ha de extrañar entonces que los textos <strong>lunfardo</strong>s sean leídos, de acuerdo a un<br />

programa de estudios, en las clases que en materia vinculada al tema se dictan en una universidad<br />

estadounidense.<br />

Que no resulte peregrino hablar, por lo tanto, de quienes investigan acerca este asunto, tan importante<br />

para la vida de una nación. (El lector que no lo crea tiene una rica y preciosa bibliografía<br />

que consultar, además <strong>del</strong> acervo hemerográfico, pues mucho se debe al periodismo, no solamente<br />

en este aspecto sino en otras disciplinas, afines o no, principales o auxiliares). Pensadores,<br />

periodistas, profesionales, magistrados, escritores, profesores, historiadores, sociólogos y<br />

artistas, se encuentran comprometidos en la tarea; casi todos ellos han descollado dentro y fuera<br />

<strong>del</strong> país, en la realización de las diversas labores intelectuales emprendidas.<br />

Esa flor llamada <strong>lunfardo</strong>, no por parecer exótica, ha despertado la atención de científicos de muchas<br />

partes <strong>del</strong> mundo. La última manifestación fue reflejada en una noticia periodística sobre los<br />

trabajos de un grupo de filólogos, en California, destinados a ¨dilucidar diversos aspectos relacionados<br />

con el <strong>lunfardo</strong>, lenguaje familiar a los habitantes de Buenos Aires¨, con la ayuda de una<br />

computadora. Y a propósito de la preocupación de la profesora de lingüística castellana en la Universidad<br />

estatal de San José, Delia Hufton, no es la primera vez que se realizan encuestas ¨entre<br />

vendedores de diarios, empleados, mozos de bares y restaurantes, militares y profesionales¨.<br />

Algo más debemos expresar para configurar el estado actual <strong>del</strong> <strong>lunfardo</strong>. Hablar de su plenitud<br />

haría imperdonable descuidar los resultados de su proceso formativo, por un lado, y de los productos<br />

de la investigación, por otro. Respecto al primer aspecto, haremos una pregunta previa:<br />

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