17.12.2012 Views

Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe

Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe

Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini <strong>edUTecNe</strong><br />

<strong>del</strong> <strong>lunfardo</strong> y si comprendemos que históricamente una palabra es a la vez y en distintos tiempos<br />

y ámbitos, indigenismo, ruralismo, regionalismo, argentinismo, americanismo, lunfardismo, etcétera,<br />

por el uso que se le da bajo distintas circunstancias y por la evolución o transformación de los<br />

orbes idiomáticos.<br />

Tino Rodríguez, en ¨Primer Diccionario de Sinónimos <strong>del</strong> Lunfardo¨, anota que pichicho es sinónimo<br />

de perro y cita su inclusión en ¨Carta a la Rea¨, de Last Reason.<br />

¨La más mayor¨<br />

¨La más mayor¨ -se refiere a la edad- es una expresión que corre en no pocos lugares de la Argentina.<br />

Y es probable que tal modismo haya nacido en grupos indígenas. Es escuchada, asimismo,<br />

en comunidades humildes de ciudades, poblados, campaña, rancheríos o villas muy pobres.<br />

Empero, vale como modismo que algunos gauchos expresan naturalmente; en particular, además,<br />

debo mencionar a los onas, en el sur de la Argentina, pues, al fin, el lenguaje es un don que<br />

Dios ha puesto en el espíritu de la persona humana y le dio libertad, responsabilidad y capacidad<br />

para crear.<br />

Las palabras son hijas de la tierra. Son creadas por el espíritu humano dentro de su circunstancia,<br />

donde es dable objetar toda actitud de rechazo a todo lo que el ser humano compone, en materia<br />

de palabras, en alguna dimensión generadas por diversidad de elementos, físicos, sociales, culturales<br />

y antropológicos.<br />

A pesar de ello, los técnicos -en numerosos casos- esgrimen motivos para establecer deformaciones,<br />

barbarismos y disparates idiomáticos, según su propia nomenclatura, desde un escorzo que<br />

pretende reglamentar el idioma.<br />

La necesidad de obtener calor en el rincón austral de la Argentina generó la costumbre de encender<br />

hogueras. Vistas éstas por los exploradores españoles, se creó espontáneamente el nombre<br />

<strong>del</strong> lugar: Tierra <strong>del</strong> Fuego. La riqueza idiomática en esa región ha sido de vastas dimensiones,<br />

pero se fue perdiendo y enervando; sin embargo, muchos dichos, modismos, pero siempre que es<br />

posible los rechazan. El pueblo los asume como propios.<br />

¨La más mayor¨ es la persona más vieja de la comunidad, entre los onas. Hoy comparte este ¨título¨<br />

relevante Enriqueta Varela y Segundo Arteaga; según anota Alejandro Margulis, en un artículo<br />

periodístico; si es que realmente se proyecta el rescate y la divulgación de la lengua y de la cultura<br />

selk´man (ona), la ejecución <strong>del</strong> proyecto sería la más mayor tarea.<br />

Patagón<br />

Una consulta que me fuera hecha sobre el origen de la voz patagón provocó una intensa búsqueda<br />

en algunas fuentes bibliográficas existentes en distintos ámbitos de la ciudad de Bahía Blanca.<br />

Consideré que en mérito a la cantidad y amplitud de las mismas debía desbrozar aquellas referencias<br />

que aparecen en todas las obras, o en casi todas, como así también esos elementos no<br />

relacionados con la génesis o el significado <strong>del</strong> vocablo.<br />

Ubicado el sujeto como natural de la Patagonia; o indios tehuelches de esta región, llamados patagones<br />

por lo europeos <strong>del</strong> siglo XVI, agrupados con los onas, lingüísticamente y también desde<br />

el punto de vista cultural y racial; o chénecas, de tzóneka, ´hombre´, en su lengua y de acuerdo<br />

a la bibliografía científica, debemos admitir y dar por cierto que los miembros de la expedición de<br />

Magallanes, y Pigafetta, uno de ellos, al describirlos, los consideró gigantescos, y por sus grandes<br />

pies derivaron el nombre que, como queda expresado, no es el científico. Sin embargo, la costumbre<br />

de envolver sus pies con pieles hace presumir que a lo mejor hubo una exageración en la<br />

estimación de su tamaño.<br />

Bien se ve, entonces, que lo científico tiene menos divulgación que lo vulgar, aserto que, en materia<br />

de palabras, es corroborado por innúmeros antecedentes y fundamentos. Tehuelche, ona y<br />

chéneca, pueden citarse en orden de difusión mayor e importancia, pero decir patagón individua-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!