democracia
2006-Contra-la-democracia
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APÉNDICE: Acerca del estado libre de la social<strong>democracia</strong><br />
105<br />
También Engels criticará el programa y el partido surgidos de Gotha. Citamos a continuación<br />
una carta de Engels a Bebel fechada el 18-28 de marzo de 1875.<br />
«Se reniega prácticamente por completo... del principio internacionalista del movimiento<br />
obrero.<br />
El programa plantea como única reivindicación social la ayuda estatal lassalleana en su forma<br />
más descarada, tal como Lassalle la plagió de Buchez... Nuestro partido [sic (10)] no podía<br />
llegar a mayor humillación. ¡El internacionalismo rebajado a la altura de un Amand Gögg, el<br />
socialismo a la del republicano burgués Buchez, que planteaba esta reivindicación frente a los<br />
socialistas para combatirlos!»<br />
El estado popular libre será también blanco central de la crítica de Engels:<br />
«El estado popular libre se ha convertido en el estado libre. Gramaticalmente hablando, estado<br />
libre es un estado que es libre respecto a sus ciudadanos, es decir, un estado con un gobierno<br />
despótico. Habría que abandonar toda esa charlatanería acerca del estado, sobre todo después<br />
de la Comuna, que no era ya un estado en el verdadero sentido de la palabra (11). Los anarquistas<br />
nos han echado en cara más de la cuenta esto del “estado popular”, a pesar de que<br />
ya la obra de Marx contra Proudhon [es decir, Miseria de la filosofía, NDR] y luego el<br />
Manifiesto comunista dicen claramente que con la implantación del régimen social socialista,<br />
el estado se disolverá por sí mismo (sich auflöst) y desaparecerá (12). Siendo el estado una<br />
institución meramente transitoria, que se utiliza en la lucha, en la revolución, para someter por<br />
la violencia a los adversarios, es un absurdo hablar de estado popular libre; mientras el proletariado<br />
necesite todavía del estado no lo necesitará en interés de la libertad, sino para<br />
someter a sus adversarios, y tan pronto como pueda hablarse de libertad, el estado como tal<br />
dejará de existir. Por eso nosotros propondríamos decir siempre, en vez de la palabra estado,<br />
la palabra comunidad (Gemeinwesen), una buena y antigua palabra alemana que equivale<br />
a la palabra francesa commune.» Engels a Bebel, 18-28 de marzo de 1875.<br />
9. No hemos considerado correcto decir que el estado libre es el nivel supremo de todas esas libertades porque<br />
podría inducir al error de olvidar que el nivel determinante es precisamente la libertad de trabajo, y éste es<br />
el resultado de la libertad en tanto que separación histórica del productor de sus medios de vida.<br />
10. No cabe ninguna duda de que esta posición de Engels de considerar ese partido formal, al que denuncia por<br />
su práctica y su programa como un partido democrático, como un partido burgués, como un partido de conciliación<br />
con el estado..., como «nuestro partido» es una gravísima concesión que tuvo innumerables e inconmensurables<br />
consecuencias prácticas y que las sigue teniendo hoy en día.<br />
11. Téngase en cuenta que en los programas de la social<strong>democracia</strong>, como en los de todos sus epígonos, nunca<br />
se sabe bien de qué situación o estado se trata. Así, nunca se sabe si se habla de una situación pre o pos revolucionaria,<br />
si se refieren al estado burgués o al anti estado por excelencia, es decir, el proletariado ejerciendo<br />
su dictadura. Véase como ejemplo el programa de transición trotskista, en el que lo típico es levantar banderas<br />
y consignas que sólo serían realizables por el proletariado en armas destruyendo el estado, pero precisamente<br />
sin hacer referencia explícita a lo que es fundamental: la ruptura revolucionaria. ¡Cómo si fuesen realizables en<br />
base a exigencias al estado burgués! Por eso Engels se ve obligado primero a criticar el estado libre, como estado<br />
burgués, mostrando que es necesariamente despótico, y luego habla del «estado» pos revolucionario diciendo<br />
precisamente que no es un «estado» en el sentido en el que es utilizado habitualmente, lo que incluye a la<br />
social<strong>democracia</strong> y también a los ya entonces autodenominados «anarquistas».<br />
12. En contraposición a todo el marxismo leninismo que ha imaginado el socialismo con mercancía, con dinero,<br />
con ley del valor y con «estado obrero», es fundamental restaurar y subrayar este abc de nuestra concepción:<br />
la dictadura revolucionaria del proletariado, al instaurar un régimen social sin mercancía, sin propiedad privada,<br />
sin valor..., es decir, un sistema social socialista, comunista, se hace a sí misma innecesaria, lo que posibilita<br />
la extinción, la desaparición, del estado.