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City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

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Cassandra Clare

City Of Heavenly Fire

la camiseta de su hermana. Mark ya se había puesto de pie; Katerina

estaba pálida bajo los rizos de su cabello oscuro.

―Ustedes quédense aquí.‖ Les dijo a Emma y a Julian, agarrando su

espada de la funda en su cintura. ―Cuiden a los gemelos. Mark, ven

conmigo.‖

―¡No!‖ Julian dijo poniéndose de pie. ―Mark-‖

―Voy a estar bien, Jules‖ dijo Mark con una sonrisa tranquilizadora; ya

tenía una daga en cada mano. Él era rápido con los cuchillos, infalible.

―Quédate con Emma‖ dijo, señalando a ambos, y luego se desvaneció

junto con Katerina, la puerta de la sala de entrenamiento cerrándose

detrás de ellos.

Jules se acercó a Emma, deslizó sus manos en las de ella y la ayudó a

ponerse de pie; ella quería decirle a él que estaba bien y que podía

ponerse de pie sola, pero lo dejó ir. Ella entendió la necesidad de sentir

como si estuvieras haciendo algo, cualquier cosa para ayudar. De

repente, otro grito se levantó de la planta de abajo, se oyó el sonido de

cristales rompiéndose. Emma corrió a través de la sala hacia los

gemelos; ellos aún estaban petrificados como pequeñas estatuas. Livvy

estaba pálida; Ty se aferraba a su camisa con un fuerte apretón.

―Todo va a estar bien‖ dijo Jules, poniendo su mano entre las delgadas

espadas de su hermano. ―Sea lo que sea-―

―No tienes idea de lo que es‖ dijo Ty en una entrecortada voz ―no

puedes decir que va a estar bien. Tu no lo sabes.‖

Luego hubo otro ruido. Era peor que el sonido de los gritos. Era un

terrible aullido, salvaje y cruel. ¿Lobos? Emma pensó con asombro,

pero ella había escuchado los llantos de los lobos antes, esto era algo

más oscuro y cruel.

Amar es destruir y ser amado es ser destruido

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