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City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

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Cassandra Clare

City Of Heavenly Fire

24

Llámalo paz.

— Entonces, ¿quién está aquí representando la Corte de Hadas? —

dijo Jia Penhallow.

El Salón de los Acuerdos fue cubierto por banderas azules de victoria.

Parecían trozos recortados del cielo. Cada uno sellado con una runa

dorada de triunfo. Fuera hacía un claro día de invierno, y la luz que

fluía por las ventanas brilló a través de las largas filas de sillas que

fueron instaladas frente al estrado que se elevaba en el centro de la

habitación, donde la Cónsul y el Inquisidor estaban sentados en una

mesa larga.

La mesa en sí estaba decorada con más oro y azul: grandes candelabros

de oro que casi oscurecían la visión de Emma de los Subterráneos que

compartían en la mesa: Luke, representando a los hombres lobos, una

mujer joven llamada Lily, representando a los vampiros: y el famoso

Magnus Bane, el representante de los brujos.

No había asiento en la mesa para el representante de las hadas.

Lentamente, de entre la multitud sentada, una joven se puso de pie.

Sus ojos eran completamente azules, nada blanco en ellos, sus orejas

puntiagudas como Helen—. Soy Kaelie Whitewillow, —ella dijo—. Yo

representaré a la Corte Seelie.

— Pero, ¿no a los Oscuros?— dijo Jia, su pluma cerniéndose sobre

un rollo de papel.

Kaelie sacudió la cabeza, sus labios apretados. Un murmullo recorrió el

salón. Pese al brillo de las banderas, el estado de ánimo era tenso, no

alegre. En la fila de asientos frente a los Blackthorns se sentaban los

Lightwood: Maryse con la espalda erguida, y junto a ella, Isabelle y

Alec, sus cabezas oscuras inclinadas juntas mientras susurraban.

Amar es destruir y ser amado es ser destruido

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