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City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

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Cassandra Clare

City Of Heavenly Fire

―Yo no sé tanto,‖ admitió Maia. ―Las barreras alrededor de Idris está

dificultando la comunicación.‖

―Podemos ayudar con eso,‖ dijo Catarina. ―Podemos, Malcolm?‖

―Hmm?‖ Malcolm estaba ido, distraído por su alrededor,

deteniéndose a mirar las cosas que Maia ve todos los días –una

barandilla, una losa partida en la pared, un panel de ventanas de

cristal- como si fueran reveladoras. La manada lo observaba perplejo.

Catarina suspiró. ―No lo sobrestimes,‖ le dijo a Maia. ―Él es

poderoso, pero le paso algo al comienzo de siglo pasado, y nunca

volvió a ser el mismo desde entonces. Es bastante inofensivo.‖

―¿Ayuda? Claro que podemos ayudar,‖ dijo Malcolm, girando la cara

hacia ellos. ―¿Necesitas pasar un mensaje? Siempre hay gatitos

mensajeros.‖

―Quieres decir palomas,‖ dijo Bat. ―Palomas mensajeras.‖

Malcolm agito la cabeza. ―Gatitos mensajeros. Son muy lindos, no te

puedes resistir a uno. Arregla tu problema de ratones también.‖

―No tenemos problemas de ratones,‖ dijo Maia. ―Tenemos problemas

megalómanos.‖ Miró a Catarina. ―Sebastian está determinado en abrir

brechas entre los Subterráneos y los Cazadores. Secuestrando los

representantes, atacando a Praetor, no se detendrá ahí. Todos los

Subterráneos se enterarán pronto de lo que sucede. La pregunta es, de

que bando estarán?‖

―Nosotros estaremos valientemente de tu lado!‖ anució Malcolm.

Catarina lo miró sombríamente, y él se acorbardó. ―Bueno, no

mantendremos valientemente cerca de ti. O por lo menos al alcance del

oído.‖

Maia le dio una mirada dura. ―Asi que sin garantías, básicamente?‖

Amar es destruir y ser amado es ser destruido

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