City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

Cassandra Clare
City Of Heavenly Fire
le dio una suave sonrisa y el cruzó la habitación para hablar con
Magnus, que había descendido de la colina de la mano con Alec.
"Clary," dijo Jocelyn. "Quiero que conozcas a Tessa."
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"Isabelle".
Ella levantó la vista; que había estado apoyando contra el lado del
piano, dejando tocar a Jace (y el débil sonido de la madera del
ronroneo de Iglesia). Fue la música la que le recordaba su infancia, la
de Jace pasar horas en la sala de música, llenando los pasillos del
Instituto con una cascada de notas.
Fue Simon. Se había desabrochado la chaqueta de mezclilla por el calor
de la tienda, y ella pudo ver el rubor de calor y la incomodidad a
través de sus pómulos. Había algo extraño en ello, un Simón, que se
sonrojó y estaba frío y caliente, y creció y creció lejos de ella.
Sus ojos oscuros eran más curiosos cuando se posaron en ella; vio un
cierto reconocimiento en ellos, pero no fue total. No era la forma en
que Simon la había mirado antes, la nostalgia y el dulce dolor y el
sentido que aquí había alguien que la vio, vio a Isabelle, la Isabelle que
presentó al mundo y la Isabelle que se escondió lejos, escondiéndose en
las sombras donde sólo unos pocos podían verla.
Simon había sido uno de esos pocos. Ahora él era algo más.
Amar es destruir y ser amado es ser destruido