City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

Cassandra Clare
City Of Heavenly Fire
—¿En Edom? —Dijo Alec—. Ayudé, pero en realidad tú salvaste tu
vida.
—No sólo en Edom —dijo Magnus—. Yo estaba… son casi
cuatrocientos años, Alexander. Los brujos, a medida que envejecen,
comienzan a calcificarse. Dejan de ser capaz de sentir las cosas.
Preocuparse, emocionarse o sorprenderse. Siempre me dije que nunca
me pasaría a mí. Que yo iba a tratar de ser como Peter Pan, nunca iba a
crecer, siempre mantendría vivo mi sentido de maravillarme. Siempre
me enamoraría, me sorprendería, estaría abierto a ser lastimado como
también lo estaría a ser feliz. Pero en los últimos veinte años o así he
sentido que se acerca a mi sigilosamente de todos modos. No había
nadie antes de ti en mucho tiempo. Nadie que me gustara. Nadie que
me sorprendiera ni me dejara sin aliento. Hasta que entraste a esa
fiesta, estaba empezando que nunca volvería a sentir algo así de fuerte.
Alec contuvo el aliento y se miró las manos.
—¿Qué estás diciendo ? —Su voz era desigual. —. ¿Quieres volver a
estar junto a mí?
—Si quieres —dijo Magnus, y realmente pareció inseguro, lo suficiente
como para que Alec lo mirara con sorpresa. Magnus parecía joven, sus
ojos oro y verde muy abiertos, el pelo cepillado en mechones negro—.
Si...
Amar es destruir y ser amado es ser destruido