21.08.2020 Views

City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cassandra Clare

City Of Heavenly Fire

―Y te estoy ofreciendo la oportunidad,‖ –dijo Sebastian. –―Cuando

asciendas al trono, salvarás al mundo. Salvarás a tus amigos. Tienes

poder ilimitado. Te estoy dando un gran regalo, porque te amo. Puedes

abrazar tu propia oscuridad y aun así decirte a ti misma que hiciste lo

correcto. ¿Cómo está eso por tener todo lo que quieres?‖

Clary cerró los ojos por un latido de corazón, y luego otro. Solo lo

suficiente para ver rostros detrás de sus parpados: Jace, su madre,

Luke, Simon, Isabelle, Alec. Y muchas más: Maia y Raphael, y los

Blackthorns, la pequeña Emma Carstairs, las hadas de la corte de

Seelie, las caras de Clave, incluso el fantasmal recuerdo de su padre.

Abrió los ojos, y caminó hacia el trono. Escuchó a Sebastian, detrás de

ella, expulsar un fuerte suspiro. Así que, con toda la confianza de su

voz, había dudado ¿No es así? Él no había estado seguro de ella. Detrás

de los tronos de las dos ventanas pasaban como escenas de vídeo: una

mostrando desolación, y la otra Alicante bajo ataque. Alcanzó a echarle

un vistazo al interior del Salón de los Acuerdos mientras alcanzaba los

escalones y subía por ellos. Se movía ininterrumpidamente. Había

tomado su decisión; no había vacilante ahora. El trono era gigantesco,

era como subir a una plataforma. El oro de este era helado al toque.

Dio el último paso, se volteó y miró su asiento.

Parecía estar mirando hacia abajo a millas de altura desde el pico de

una montaña. Vio la Sala del Concejo expandida frente a ella, Jace

acostado inmóvil por una pared. Sebastian, mirándola con una sonrisa

en su rostro.

-―Bien hecho.‖ –dijo –―Mi hermana, mi reina.‖

Amar es destruir y ser amado es ser destruido

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!