City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

Cassandra Clare
City Of Heavenly Fire
parte de gritos, porque en el momento en que todos habían sido
limpiados por los Hermanos, un guardia apareció y guio a Clary a la
oficina de la Cónsul.
Dentro de la oficina de la Cónsul, en el Gard a la cima de Gard Hill,
estaba el único teléfono que funcionaba en Alicante.
Había sido encantado para funcionar en algún momento durante el
siglo por el brujo Ragnor Fell, un poco antes del desarrollo de los
mensajes de fuego. Había sobrevivido a varios intentos de eliminar la
teoría de que esto podría interrumpir el funcionamiento de las
guardas, ya que había mostrado ningún signo de interrupción.
La única otra persona en la habitación era Jia Penhallow, quien hizo un
gesto a Clary para sentarse. —Magnus Bane me ha informado sobre lo
que pasó con su amigo Simon Lewis en los reinos demoníacos —dijo.
—Quiero decir que siento mucho su pérdida.
— Él no está muerto —dijo Clary a través de sus dientes. —Por lo
menos se supone que no lo está. ¿Se ha molestado nadie en
comprobar? ¿Alguien ha visto si él está bien?
— Sí —dijo Jia, de forma inesperada. —Él está muy bien, vive en su
casa con su madre y hermana. Él se ve bien: ya no es un vampiro,
por supuesto, sino simplemente un mundano que lleva una vida
muy normal. Él aparece en la observación sin tener ningún
recuerdo del Mundo de las Sombras.
Clary se estremeció, luego se enderezó. —Quiero hablar con él.
Jia apretó los labios. —Conoces la ley. No puedes decir a un mundo
sobre el Mundo de las Sombras a menos que esté en peligro. No
puedes revelar nada, Clary. Magnus dijo que el demonio que los liberó
te contó mucho.
Amar es destruir y ser amado es ser destruido