City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

Cassandra Clare
City Of Heavenly Fire
Siempre fue una sorpresa que los hombres lobo resultarán tener un
toque hábil con arreglos florales, pensó Clary. La manada antigua de
Luke ahora de Maia, había lanzado a decorar los jardines alrededor de
la casa de campo, donde se celebraba la recepción, y el antiguo granero
donde la ceremonia había tenido lugar. La manada había revisado toda
la estructura. Clary recordaba jugar con Simon en el antiguo pajar que
crujió, los, las tablas del suelo con irregulares agrietados y pintura
descascarada. Ahora todo había sido lijado y barnizado, y la habitación
de poste y viga brillaba con el suave resplandor de la madera vieja.
Alguien tenía un sentido del humor, también: Las vigas se habían
envuelto con cadenas de altramuz silvestre.
Jarrones de madera grandes celebraban arreglos de totora y la vara de
oro y lirios. El propio ramo de flores silvestres de Clary era, a pesar de
que se había ido aflojando un poco por ser agarrado en la mano
durante tantas horas.
Toda la ceremonia había transcurrido en una especie de desenfoque:
votos, flores, velas, la cara feliz de su madre, el brillo en los ojos de
Luke.
Al final Jocelyn había evitado un vestido de lujo y se había ido con un
vestido blanco sencillo y el pelo recogido en un moño desordenado
con, sí, un lápiz de color atrapado en el. Lucas, guapo en un gris
paloma, no parecía importarle en absoluto.
Varios hombres lobo estaban limpiando eficientemente las filas de
sillas y apilando los regalos en una mesa larga. Donde había un retrato
que Clary pinto de su madre y Luke, colgado en una pared. Había
amado su elaboración; había amado como el pincel y las pinturas en
sus manos de nuevo para hacer dibujos y no runas, sólo para hacer
algo precioso que alguien algún día podría disfrutar.
Jocelyn estaba ocupada abrazando a Maia, que parecía divertida ante
el entusiasmo de Jocelyn. Bat estaba charlando con Lucas, que parecía
Amar es destruir y ser amado es ser destruido