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City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

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Cassandra Clare

City Of Heavenly Fire

Luke dejó caer su rostro entre sus manos. A través de sus dientes

Magnus dijo: ―Raphael, has caído hasta mis más bajas expectativas de

ti.‖

"Magnus, no importa,‖ dijo Luke; estaba siendo protector, Magnus lo

sabía. Raphael ya se había ido al lado de Sebastian. "Que se vaya. No es

una pérdida‖

Raphael resopló. "No hay una pérdida, dices tú‖ él dijo. "Estoy bien

renunciando a ustedes, idiotas, dejándose caer en esta celda,

quejándose de sus amigos y amantes. Son débiles y siempre han sido

débiles─‖

"Debí haberte dejado caminar en la luz del día", dijo Magnus, y su voz

era como hielo.

Raphael se estremeció -era apenas un movimiento- pero Magnus lo

vio. No le trajo mucha satisfacción.

Sebastian vio el estremecimiento, sin embargo, y la mirada de sus ojos

oscuros se intensificó. De su cinturón sacó un cuchillo delgado, con

una hoja estrecha. Una Misericordia, el tipo de hoja que estaba

destinada a perforar a través de los huecos en la armadura y dar golpe

mortal.

Rafael, al ver el destello de metal, retrocedió rápidamente, pero

Sebastián sólo sonrió y volteó la hoja en la mano. Se lo ofreció a

Raphael, con la empuñadura primero. "Toma," dijo.

Rafael extendió una mano, con los ojos sospechosos. Él tomó el cuchillo

y lo sostuvo, sosteniéndolo débilmente ─los vampiros tenían poca

utilidad para las armas. Ellos eran sus propias armas.

―Muy bien,‖ dijo Sebastian. "Ahora vamos a sellar nuestro pacto con

sangre. Mata al brujo.‖

La hoja cayó de la mano de Rafael y golpeó el suelo. Con una mirada

de irritación Sebastian se inclinó y la cogió, volviéndola a colocarla en

la mano del vampiro.

Amar es destruir y ser amado es ser destruido

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