City of Heavenly Fire ( PDFDrive.com )

Cassandra Clare
City Of Heavenly Fire
cinco segundos se había convertido de un niño preocupado a un
hombre joven furioso, su pelo castaño levantado salvajemente
como si estuviera enojado también. — Cómo te atreves a gritar a
Emma cuando usted fue la que prometió. Prometiste que la
Clave nunca abandonaría a Mark mientras viviera… ¡Me lo
prometiste!
Jia tuvo la decencia de parecer avergonzada. — Él es de la Caza Salvaje
ahora —dijo. —No son ni muertos ni vivos.
— Así que lo sabías —dijo Julian. — Sabías que tu promesa no
significaba nada.
— Significó salvar Idris —dijo Jia. —Lo siento. Los necesitábamos a
ustedes, y yo… —Sonaba como si se estuviera ahogando con las
palabras. —Me hubiera gustado cumplir la promesa, si pudiera.
Si hubiera alguna manera…Si pudiera hacer algo… Yo lo haré.
— Entonces lo debe —dijo Emma, plantando sus pies con firmeza
frente al escritorio de la Cónsul. —Nos debes una promesa rota.
Así que hazlo ahora.
— ¿Hacer qué? —Jia miró desconcertada.
— No voy a ser trasladada a Idris. No lo haré. Pertenezco a Los
Ángeles.
Emma sintió a Jules congelarse tras ella. — Por supuesto que no te
trasladarán a Idris — dijo. — ¿De qué estás hablando?
Emma señaló con un dedo acusador a Jia. —Ella lo dijo.
— Absolutamente no —dijo Julian. —Emma vive en Los Ángeles; es
su hogar. Puede quedarse en el Instituto. Eso es lo que los
Cazadores de Sombras hacen. El Instituto supuestamente es un
refugio.
Amar es destruir y ser amado es ser destruido