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Al cuidado de lo inmediato: el hombre y su medio ambiente
LECTURA, EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA II
Hoy te abres paso por las calles de la ciudad. Trazas tu rumbo, quizá sea el mismo de ayer
o tal vez no. Sientes todo, sientes a tu ciudad que crece en movimiento, en caminos, en
ruido, en temperatura. Percibes el contraste de una casa antigua frente a un edificio
moderno, ves aquella fábrica que desecha y ves también un museo que pide que algo entre
en vez de que algo sea desechado. Escuchas las voces, el lenguaje que da vida a las
calles... vives la ciudad, vives la modernidad que te va conduciendo a otra nueva
modernidad que nace la era de la globalización. Pero además de esto, ¿Vives lo
inmediato? ¿Te vives a ti mismo? ¿Vives a tu medio ambiente? ¿A tu medio natural?
Dos fechas acaban de transcurrir en la semana, que cobran importancia: el Día
Internacional del no fumar y el Día mundial del medio ambiente; el 31 de mayo y el 5 de
junio respectivamente. Las dos fechas nos hablan de lo que ya no puede esperar, de lo que
debe ser atendido. Y estos avisos, estas advertencias, son alarmantes. Según datos
expuestos por un noticiario televisivo nacional, en México 120 personas mueren a diario a
causa del cigarro y el 90% de los casos de cáncer tienen alguna relación con este hábito.
Y no se diga de nuestro medio ambiente, sólo basta sin ir más lejos, con salir a las calles
de la ciudad y percibir la fuerte contaminación del aire provocada por actividades
industriales, que han ocasionado serios problemas de salud. y con todo esto, ¿aún piensas
que lo inmediato, que a lo que el nuevo siglo nos conduce es sólo a acarrear todo lo
novedoso, lo global en el comercio, en la economía y la política? Es bien sabido que el
propio paso del tiempo nos obliga a actualizarnos, a aprender de las nuevas tendencias y
tomar de ellas lo que necesitemos, a ir conforme la época que se vive y no dejamos llevar
por ésta con los ojos cerrados.
Sin embargo, sí existen cuestiones que exigen no quedarse atrás y permitir ser destruidas
por quienes les han dado vida; una es el cuidado del medio ambiente y su repercusión que
cae, principalmente en los hombres, y otra, la atención de nuestro propio cuerpo, incluyendo
nuestros pulmones y claro está, los de los demás.
En el mundo contemporáneo es fundamental darle valor a lo que tenemos o a lo que vamos
construyendo, así lo ha enseñado el neoliberalismo, ¿verdad? No obstante, no todo se
reduce a capitales. Darle valor a lo que tenemos también significa cuidar al aire que respiramos,
el agua, el alimento y, por ende, nuestro organismo. ¿Por qué pretender no cuidar
nuestro cuerpo? ¿Por qué crees que es más importante pensar en otras cosas? ¿Acaso
pretendemos que nuestro cuerpo responda por sí solo cuando vemos que toda una Organización
urbana no subsiste de la nada?
S A E T A 42
NOVIEMBRE 2004