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Fahrenheit 451 Ray Bradbury Fuego Brillante - Educarchile

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Montag regresó a su casa, dejó abierta la venta comprobó el estado de Mildred,<br />

la arropó cuidadosamente y, después, se tumbó bajo el claro de luna, que<br />

formaba una cascada de plata en cada uno de sus ojos.<br />

Una gota de lluvia. Clarisse. Otra gota. Mildred. Una tercera. El tío. Una cuarta.<br />

El fuego esta noche. Una, Clarisse. Dos, Mildred. Tres, tío. Cuatro, fuego. Una,<br />

Mildred, dos Clarisse. Una, dos, tres, cuatro, cinco, Clarisse, Mildred, tío, fuego,<br />

tabletas soporíferas, hombres, tejido disponible, faldas, bufido, ataque,<br />

rechazo, Clarisse, Mildred, tío, fuego, tabletas, tejidos, bufido, ataques,<br />

rechace. ¡Una, dos, tres, una, dos, tres! Lluvia. La tormenta. El tío riendo. El<br />

trueno descendiendo desde lo alto. Todo el mundo cayendo convertido en<br />

lluvia. El fuego ascendiendo en el volcán. Todo mezclado en un estrépito<br />

ensordecedor y en un torrente, que se encaminaba hacia el amanecer.<br />

-Ya no entiendo nada de nadie -dijo Montag-<br />

Y dejó que una pastilla soporífera se disolviera en su lengua.<br />

A las nueve de la mañana, la cama de Mildred estaba vacía.<br />

Montag se levantó apresuradamente. Su corazón latía rápidamente, corrió<br />

vestíbulo abajo y se detuvo la puerta de la cocina.<br />

una tostada asomó por el tostador plateado, y fue -da por una mano metálica<br />

que la embadurnó de mantequilla derretida.<br />

Mildred contempló cómo la tostada pasaba a su plato. Tenía las orejas<br />

cubiertas con abejas electrónicas que, con su susurro, ayudaban a pasar el<br />

tiempo. De pronto, la mujer levantó la mirada, vio a Montag, le saludó con la<br />

cabeza.<br />

-¿Estás bien? -preguntó Montag-.<br />

Mildred era experta en leer el movimiento de los labios, a consecuencia de diez<br />

años de aprendizaje con las pequeñas radios auriculares. Volvió a asentir.<br />

Introdujo otro pedazo de pan en la tostadora.<br />

Montag se sentó.<br />

Su esposa dijo:<br />

-No entiendo por qué estoy tan hambrienta.<br />

-Es que...<br />

-Estoy hambrienta.<br />

-Anoche... -empezó a decir él-.

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