Fahrenheit 451 Ray Bradbury Fuego Brillante - Educarchile
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-Está cerrada.<br />
-Hay alguien... La puerta... ¿Por qué la voz no nos dice ... ?<br />
Por debajo de la puerta, un olfateo lento, una exhalación de corriente eléctrica.<br />
Mildred se echó a reír.<br />
-¡No es más que un perro! ¿Quieres que lo ahuyente?<br />
-¡Quédate donde estás!<br />
Silencio. La fría lluvia caía. Y el olor a electricidad azul soplando por debajo de<br />
la puerta cerrada.<br />
-Sigamos trabajando -dijo Montag-.<br />
Mildred pegó una patada a un libro.<br />
-Los libros no son gente. Tú lees y yo estoy sin hacer nada, pero no hay nadie.<br />
Montag contempló la sala de estar, totalmente apagada y gris como las aguas<br />
de un océano que podían estar llenas de vida si se conectaba el sol electrónico<br />
-En cambio -dijo Mildred-, mi «familia» si es mi gente. Me cuentan cosas. ¡Me<br />
río y ellos se ríen' ¡Y los colores!<br />
-Si, lo sé<br />
-Y, además, si el capitán Beatty se enterase de lo de esos libros... -Mildred<br />
recapacitó. Su rostro mostró sorpresa y, después, horror-. ¡Podría venir y<br />
quemar la casa y la «familia»! ¡Esto es horrible! Piensa en nuestra inversión.<br />
¿Por qué he de leer yo? ¿Para qué?<br />
-¡Para qué! ¡Por qué! -exclamó Montag-. La otra noche vi la serpiente más<br />
terrible del mundo. Estaba muerta y, al mismo tiempo, viva. Fue en el Hospital<br />
de Urgencia donde llenaron un informe sobre todo lo que la serpiente sacó de<br />
ti. ¿Quieres ir y comprobar su archivo? Quizás encontrases algo bajo Guy<br />
Montag o tal vez bajo Miedo o Guerra. ¿Te gustaría ir a esa casa que<br />
quemamos anoche? ¡Y remover las cenizas buscando los huesos de la mujer<br />
que prendió fuego a su propia casa! ¿Qué me dices de Clarisse McCIellan?<br />
¿Dónde hemos de buscarla? ¡En el depósito! ¡Escucha!<br />
Los bombarderos atravesaron el cielo, sobre la casa, silbando, murmurando,<br />
como un ventilador inmenso e invisible que girara en el vacío.<br />
-¡Válgame Diosl -dijo Montag-. Siempre tantos chismes de ésos en el cielo.<br />
¿Cómo diantres están esos bombarderos ahí arriba cada segundo de nuestras<br />
vidas? ¿Por qué nadie quiere hablar acerca de ello? Desde 1960, iniciamos y