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Fahrenheit 451 Ray Bradbury Fuego Brillante - Educarchile

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La voz de ella fue apagándose.<br />

Montag se volvió y miró a su esposa, quien, sentada en medio de la sala de<br />

estar, hablaba a un presentador quien, a su vez, le hablaba a ella.<br />

-Mrs. Montag -decía él. Esto, aquello y lo más allá-. Mrs. Montag...<br />

Algo más, y vuelta a empezar. El aparato conversor, que les había costado un<br />

centenar de dólares, suministraba automáticamente el nombre de ella siempre<br />

que el presentador se dirigía a su auditorio anónimo dejando un breve silencio<br />

para que pudieran encajar, las sílabas adecuadas. Un mezclador especial<br />

conseguía, también, que la imagen televisada del presentador en el área<br />

inmediata a sus labios, articulara, magníficamente, las vocales y consonantes.<br />

Era un amigo, no cabía la menor duda de ello, un buen amigo.<br />

-Mrs. Montag, ahora mire hacia aquí.<br />

Mildred volvió la cabeza. Aunque era obvio que no estaba escuchando.<br />

-Sólo hay un paso entre no ir a trabajar hoy, no ir a trabajar mañana y no volver<br />

a trabajar nunca en el cuartel de bomberos -dijo Montag-.<br />

-Pero esta noche irás al trabajo, ¿verdad? preguntó Mildred-.<br />

-Aún no estoy decidido. En este momento tengo la horrible sensación de que<br />

deseo destrozar todas las cosas que están a mi alcance.<br />

-Date un paseo con el auto.<br />

-No, gracias.<br />

-Las llaves están en la mesilla de noche. Cuando me siento de esta manera,<br />

siempre me gusta conducir aprisa. Pones el coche a ciento cincuenta por hora<br />

y experimentas una sensación maravillosa. A veces conduzco toda la noche,<br />

regreso al amanecer y tú ni te has enterado. Es divertido salir al campo. Se<br />

aplastan conejos. A veces, perros. Ve a coger el auto.<br />

-No, ahora no me apetece. Quiero estudiar esta sensación tan curiosa.<br />

¡Caramba! ¡Me ha dado muy fuerte! No sé lo que es. ¡Me siento tan<br />

condenadamente infeliz, tan furioso! E ignoro por qué tengo la impresión de<br />

que estuviera ganando peso. Me siento gordo. Como si hubiese estado<br />

ahorrando una serie de cosas, y ahora no supiese cuáles. Incluso sería capaz<br />

de leer.<br />

-Te meterían en la cárcel, ¿verdad?<br />

Ella le miró como si Montag estuviese detrás de la pared de cristal.

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