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preguntaban si aquel temerario rapaz había perdi¬do el juicio. El<br />
maestro dijo:<br />
¿Has estado... haciendo... qué?<br />
Hablando con Huckleberry Finn.<br />
La declaración era terminante.<br />
Thomas Sawyer, ésta es la más pasmosa confesión que jamás oí:<br />
no basta la palmeta para tal ofensa. Quítate la cha¬queta.<br />
El maestro solfeó hasta que se le cansó el brazo, y la provisión de<br />
varas disminuyó notablemente. Después siguió la orden:<br />
Y ahora se va usted a sentar con las niñas. Y que le sir¬va de<br />
escarmiento.<br />
El jolgorio y las risas que corrían por toda la escuela pa¬recían<br />
avergonzar al muchacho; pero en realidad su rubor más provenía<br />
de su tímido culto por el ídolo desconocido y del te¬meroso placer<br />
que le proporcionaba su buena suerte. Se sentó en la punta del<br />
banco de pino y la niña se apartó bruscamente de él, volviendo a<br />
otro lado la cabeza. Codazos y guiños y cu¬chicheos llenaban la<br />
escuela; pero Tom continuaba inmóvil, con los brazos apoyados en<br />
el largo pupitre que tenía delante, absorto, al parecer, en su libro.<br />
Poco a poco se fue apartando de él la atención general, y el<br />
acostumbrado zumbido de la escue¬la volvió a elevarse en el<br />
ambiente soporífero.<br />
Después el muchacho empezó a dirigir furtivas mira¬das a la niña.<br />
Ella le vio, le hizo un «hocico» y le volvió el co¬gote por un largo<br />
rato. Cuando, cautelosamente, volvió la cara, había un melocotón<br />
ante ella. Lo apartó de un manota¬zo; Tom volvió a colocarlo,<br />
suavemente, en el mismo sitio; ella lo volvió a rechazar de nuevo,<br />
pero sin tanta hostilidad; Tom, pacientemente, lo puso donde<br />
estaba, y entonces ella lo dejó estar. Tom garrapateó en su pizarra:<br />
«Tómalo. Tengo más». La niña echó una mirada al letrero, pero<br />
siguió impasi-ble. Entonces el muchacho empezó a dibujar, en la<br />
pizarra, ocultando con la mano izquierda lo que estaba haciendo.<br />
Du¬rante un rato, la niña no quiso darse por enterada; pero la<br />
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