PASERINOS—PASSERiN - citaREA

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entrada, que parte de la abertura y desciende á lo largo de la
pared, á la cual está sólidamente sujeta: en su extremidad inferior
se halla la entrada. El tejedor acaba su obra tapizando
el nido por dentro con tallos de yerbas sumamente finas.
Cuando al fabricar el nido le parece al macho que una rama
no es bastante fuerte, reúne dos de estas, formando como
un puente, en el cual ejecuta su trabajo. Una vez hecho el
armazón del nido, este adelanta rápidamente, por difícil que
le sea al pájaro encajar un tallo mas entre los otros. Terminado
el nido, la hembra entra y sale para corregir las faltas
que hay en el interior. Inmediatamente después, y á veces
antes de concluir el trabajo, la hembra comienza á poner,
y el macho prosigue su tarea, aunque la hembra esté ya
cubriendo. Mientras trabaja domínale la mayor excitación,
toma las posiciones mas extrañas, mueve las alas temblando
y canta sin cesar. Cuando al fin está el nido hecho, empieza
á fabricar otro, el cual destruye quizás después para fabricar
con sus materiales un tercero, sin servirse por último ni del
uno ni del otro.
La puesta se compone de tres á cinco huevos de O'°,02o á
0°,o25 de largo por ü°,oi3 á 0°,oi6 de grueso, de color verde
con manchas pardas. En muchos nidos completamente
iguales á los descritos encontré, sin embargo, huevos que si
bien se asemejaban en tamaño á los anteriores, tenian el color
blanco en vez de verde. También Heuglin dice que los
huevos de los tejedores varian desde el blanco y rojizo hasta
el verde. La hembra cubre sola y cria los hijuelos. Estos salen
á luz al cabo de catorce dias, y á las tres semanas del
nido; pero vuelven á él al principio bajo la conducción de la
madre, hasta que al fin se hacen independientes. El macho
no se ocupa de ellos.
Es curioso espectáculo ver á los tejedores en el nido: la
actividad es notable en la colonia mientras cubren las hembras,
y mucho mas aun al desarrollarse los hijuelos. Los padres
llegan uno después de otro, de minuto en minuto;
suspéndense del nido y se introducen luego para dar de comer
á su hambrienta progenie. Los nidos, estrechados unos contra
otros, comunican al árbol el aspecto de una colmena; unos
pájaros van, otros vienen; aquello es, en fin, un continuo
movimiento.
CAUTIVIDAD.—Todos los tejedores se conservan muy
bien en la jaula, y cuando se ponen varios juntos en un
gran espacio, proporcionándoles los materiales convenientes
para la construcción de sus nidos, reprodúcense regularmente.
En mis «Aves cautivas» he descrito minuciosamente su
proceder y el modo de cuidarlos.
LOS ALECTOS—TEXTOR
CARACTERES.— Los alectos difieren de los tejedores
por su mayor tamaño, su pico fuerte, cónico, comprimido
lateralmente, dilatado en la base y corvo en sus bordes; los
pies son muy fuertes, y las alas redondeadas, formando su
punta las rémiges cuarta y quinu.
EL ALECTO DE PICO ROJO—TEXTOR ERY-
THRORHYNGHUS
CARACTáRES. — Esta especie es la mas conocida de
todas; tiene de Ü",a4 ^ •'".«S de largo, y el plumaje es en
un todo negro oscuro. Las grandes cobijas externas y las rémiges
están orilladas exteriormente de blanco; el pico es de
un rosa claro; las patas de un rojo pálido y el ojo pardo oscuro
(fig. 3).
LOS PLOCEINOS
EL ALECTO PROPIAMENTE DICHO —
TEXTOR ALECTO
CARACTERES.—Esta especie mide O'",25 de largo,
por 0",36 de ancho de punta á punta de las alas; estas tienen
()'°, 11 y la cola 0°,o9 de longitud. El plumaje, de un solo
color negro, presenta un ligero brillo; las plumas son pequeñas,
con la base blanca; las rémiges comprendidas desde la
segunda á la quinta inclusive presentan un estrecho borde
blanquizco en el centro de las barbas exteriores; los ojos son
pardos; el pico de un amarillo de cuerno, azulado en los bordes
y en la punta; los pies son de un gris sucio.
EL ALECTO DE DINEMELLI — TEXTOR
DINEMELLII
CARACTERES.—Esta especie es mucho mas pequeña,
pues solo mide ü'°,2o de largo. La cabeza y las regiones inferiores
son blancas; el manto, las rémiges y la cola de un
pardo de chocolate; todas las plumas están orilladas de un
borde mas claro; una pequeña mancha en la articulación de
las alas, las tectrices de la cola y la rabadilla son de un rojo
escarlata; la línea naso-ocular negra, el pico de un negro
azulado turbio, y los pies de un azul oscuro.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.—He observado este
alecto en el Sudan oriental: habita toda el África central,
hallándose asimismo en el interior del mismo continente y
en Abisinia. El alecto propiamente dicho está representado
en el África meridional y oriental por especies afines, las
cuales debo citar porque la descripción siguiente se refiere
en parte á ellas: son el alecto de los búfalos y el alecto
medio.
USOS, COSTUMBRES Y RÉGIMEN.—Todos ellos
observan las mismas costumbres: son pájaros, pero por varios
conceptos se asemejan á los tordos; y también son ploceinos,
con la diferencia que sus nidos se parecen mas á los de
nuestras maricas que á las elegantes construcciones de las
otras especies de la familia. Los tres alectos de que acabamos
de hablar habitan en los pastos, cerca de los ganados, en
compañía de los estorninos y del ani de las sabanas.
«Hasta llegar por el norte á los 25" de latitud austral, dice
Smith, no encontramos al pájaro de los búfalos (el alecto de
pico rojo); los indígenas nos aseguraron que es muy raro en
el sur, por la sencilla razón de que los búfalos escasean allí.
En todos los puntos le vimos con estos rumiantes, posado
sobre su lomo ó revoloteando en medio de ellos; saltaba por
encima, lo mismo que el ani, sin cuidarse de su alimento,
compuesto principalmente de las garrapatas que viven sobre
los búfalos: de esto pudimos convencernos sin dificultad
abriendo el estómago de uno de aquellos pájaros, que andan
por el suelo para escarbar en los excrementos del búfalo.
El alecto de pico rojo presta grandes servicios á estos
animales librándoles de sus parásitos; les advierten también
el peligro, y al momento levantan los búfalos la cabeza y
huyen.»
No he visto el alecto de pico blanco sobre el lomo de dichos
mamíferos; pero no dudo que sea muy útil para el ganado
mayor del Sudan oriental Yo no encontré individuos
de la especie sino mas acá de los i6" de latitud norte; no es
de los mas comunes, y no se le ve nunca solo; siempre forma
bandadas. No son estas muy considerables, según podría deducirse
del número de nidos que se encuentran en una colonia:
yo conté tres, seis, trece, y hasta diez y ocho nidos en
un mismo árbol, el cual debe ser basunte fuerte para sostener
semejantes construcciones. Cada nido, en efecto, es colosal,
proporcionalmente á la talla de la especie, puesto que