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466 LOS ANSBRINOS<br />
Audubon vio en el labrador un ganso del Canadá cuyas<br />
pennas se habian caído á causa de la muda, y como nadaba,<br />
le persiguió en una canoa. Al acercarse el naturalista, su<br />
rnergióse el ave, reapareció mucho mas lejos, se hundió de<br />
nuevo, y perdióse al fin de vista. Después de muchas pesquisas<br />
se observó que estaba ap)oyada contra la misma popa<br />
del escjuife; solo salia la cabeza del agua, y en tal posición,<br />
podia seguir á la barca. Uno de los cazadores quiso cogerla<br />
con la mano; pero sumergióse con la rapider del relámpago,<br />
y aparecía tan pronto á derecha como á izquierda, aunque<br />
siempre de tal modo, que no se la podia coger. Maravillado<br />
de tanta sagacidad, el naturalista pidió gracia para el ave.<br />
Cuando los gansos del Canadá vuelan, mantiénense completamente<br />
fuera del alcance de la escopeta; pero por la no,<br />
che se acercan á tierra y la rasan en cierto modo, como lo<br />
hacen otras muchas aves. Las apariciones desusadas ó una<br />
espesa niebla aturden y extravian á los gansos de un modo<br />
que suele serles fatal: de noche chocan contra los fanales<br />
de los faros, y si hay niebla se estrellan á veces contra las<br />
casas.<br />
En los puntos de los Estados-Unidos donde anida todavía<br />
esta esjjecie, da principio á la construcción de su nido<br />
desde el mes de marzo. Entonces se excitan mucho los ma<br />
chos; están ansiosos de lucha, y lejos de ser sociables como<br />
en todas las demás circunstancias, no pueden ya tolerar que<br />
otra pareja se fije á su inmediación. Los machos pelean sin<br />
cesar y con encarnizamiento; pero las luchas no suelen ser<br />
muy sangrientas, resultando al fin que cada uno de los<br />
competidores se reúne con su hembra lanzando gritos de<br />
alegría.<br />
£1 ganso del Canadá elige para anidar un paraje bastante<br />
lejano del agua; se fija en las altas yerbas, debajo de un<br />
matorral; solo por excepción anida en un árbol. El príncipe<br />
de Wied vio un nido de la especie en un álamo, en cuya<br />
copa se hallaba también el de un pigargo de cabeza blanca;<br />
otro que descubrió el mismo observador estaba detrás<br />
de un gran tronco de árbol; consistía en una ligera depresión<br />
practicada en la arena y cubierta de plumón. El ganso<br />
construye su nido con mucho esmero, amontonando á<br />
veces una gran cantidad de yerbas, paja y otras sustancias<br />
vegetales.<br />
El numero de huevos varía de tres á nueve, de unos O',o85<br />
de largo por O'",o57 de grueso; en cautividad ponen las hembras<br />
de diez á once. Después de una incubación de veintiocho<br />
días, nacen los pollos, cubiertos de plumón, permanecen<br />
uno ó dos en el nido, y luego siguen á sus padres al<br />
agua; pero por la tarde vuelven comunmente á tierra para<br />
descansar y calentarse al sol. Pasan la noche debajo de las<br />
alas de su madre, que se manifiesta con ellos sumamente cariñosa;<br />
el macho la presta su auxilio en tal circunstancia. En<br />
caso de peligro, los padres defienden á su progenie con un<br />
valor increíble. Audubon observó una pareja de estas aves<br />
que anidaba hacia muchos años en el mismo estanque: después<br />
de haber ido á verla muchas veces, aquellas aves acabaron<br />
por tener suficiente confianza para dejarle acercar una<br />
vez á pocos pasos; pero entonces, levantóse de pronto el<br />
macho, se lanzó sobre Audubon cual si quisiera atemorizarle,<br />
y le descargó un aletazo tan vigoroso en el brazo, que el<br />
naturalista creyó se lo había roto. Después fué á buscar á la<br />
hembra, y con sus movimientos de cabeza parecía asegurarle<br />
que estaba resuelta á defenderse. Nuestro autor, que deseaba<br />
conocer mejor á estas aves, determinó cogerlas; llevó granos<br />
y los diseminó alrededor del nido. Al cabo de algunos<br />
días, los dos gansos iban á comer á su vista, y por último<br />
se acostumbraron de tal modo i ver á su visitante, que este<br />
pudo aproximane al nidc. No permitieron sin embargo, que<br />
tocase á los huevos, y una vez que el naturalista lo intentó,<br />
díóle el macho un vigoroso picotazo en los dedos. Cuando<br />
ya estaban á punto de salir los pollos á luz, Audubon armó<br />
un lazo con granos; el macho quedó cogido; y al día siguien<br />
te, en el momento de dirigirse la hembra al agua con sus<br />
hijuelos, cayó también con su progenie, de modo que Audubon<br />
tuvo en su poder á toda la famílíx Acto continuo puso<br />
á estas aves en un jardín, después de cortarles las alas; pero<br />
tal impresión causó en los padres su captura, que el naturalista<br />
temió por los pequeños. Sin embargo, pudo al fin<br />
conseguir que se criasen, dándoles larvas de langosta y<br />
avena remojada. Cuando comenzaron á dejarse sentir los<br />
primeros frios del mes de diciembre, Audubon observó que<br />
el macho abría con frecuencia las alas lanzando gritos bástanle<br />
fuertes; los demás individuos le contestaban, primero<br />
la hembra y luego sus hijos, hasta que toda la familia corría<br />
al jardín, dirigíase hacia el sur y trataba de volar: Audubon<br />
conservó estas aves por espacio de tres años; los pequeños se<br />
reprodujeron, pero no los padres.<br />
CAZA.—Los blancos y los indios dan caza al ganso del<br />
Canadá con el mismo afán: emplean para ello ocas domesticadas<br />
ó disecadas, á fin de atraer á dichas aves cuando cruzan<br />
el espacio; también las cogen por docenas con grandes<br />
redes, ó se sirven de la escopeta. En ocasiones se matan<br />
centenares de individuos en un solo día: cuando la temperatura<br />
lo permite se conservan las aves muertas durante varias<br />
semanas por medio át\ hielo: en los inviernos menos rigurosos<br />
se salan ó ahuman.<br />
CAUTIVIDAD.—Hoy día se encuentran gansos del Canadá<br />
en todas las grandes granjas del norte de América. Se<br />
ha reconocido que esta especie era todavía mas lítil que la<br />
oca ordinaria, y se ha logrado domesticarla completamente<br />
Los gansos se aparean con las otras ocas, sobre todo con las<br />
domésticas, y los híbridos que resultan de estas uniones, ofrecen<br />
la ventaja de ser mas fáciles de cebar que las especies<br />
madres.<br />
Ya hace años que en nuestros jardines zoológicos se crían<br />
con el mejor éxito.<br />
Los indios y blancos les persiguen con afán y los cogen<br />
con reclamos á centenares; salan ó ahuman su carne y guardan<br />
las plumas y el plumón que son mejores que los de<br />
nuestro ganso doméstico.<br />
EL GANSO GRIS —ANSER CINEREUS<br />
CARACTERES.— El ganso gris, la especie á que debemos<br />
nuestro ganso doméstico, tiene el dorso de un gris pardusco;<br />
las partes inferiores de un gris amarillento, con manchas<br />
escasas é irregulares negras; las pequeñas tectríces de<br />
las alas de color ceniciento; las plumas de la rabadilla y del<br />
vientre, y las tectríces inferiores de la cola, blancas; todas<br />
las demás de la parte superior de un gris de azufre; las de<br />
los lados del pecho y del vientre son del mismo color, mas<br />
oscuro, con bordes claros en la punta; las rémiges y rectrices<br />
son de un gris negruzco, con tallos blancos, y las últimas<br />
blancas también en la punta. Los ojos son de un pardo claro;<br />
el pico de un rojo de carne pálido en la base, y en la<br />
punta de un amarillo de cera; los pies de un rojo pálido de<br />
carne. La longitud del ave es de 0',98 por i",7o de ancho<br />
de punta á punta de las alas; estas miden 0',47 y la<br />
cola O", 16.<br />
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.—El ganso grís ú oca<br />
cenicienta pertenece mas bien ár la zona templada que á la<br />
boreal En mi viaje á Laponia la he hallado aun á los 70*, y<br />
en la parte inferior del Obi á los 69* de latitud norte; pero<br />
este es, sin duda, el extremo limite septentrional que alean-