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PASERINOS—PASSERiN - citaREA

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3°°<br />

dos aun para Ja puesta, la capa de materias vegetales estaba<br />

fria y húmeda: creo que antes de poner la hembra, da vueltas<br />

á esta capa y la cubre de tierra. Todos los altozanos<br />

donde encontré huevos, tenian la sui)erficie exterior lisa y<br />

completamente redondeada, de tal modo que un transeúnte<br />

que no conozca las costumbres de estas aves, creerla ver<br />

hormigueros; los que no contienen huevos, por el contrario<br />

presentan una depresión en la cima. Los huevos estaban colocados<br />

exactamente en medio de aquellas eminencias, formando<br />

círculo y á la misma altura, separados unos de otros<br />

por espacios de unas tres pulgadas: su volumen es conside­<br />

me fué preciso abandonar el acecho. Al pasar cerca del<br />

montecillo, divisé por fin al leipoa; pero era ya demasiado<br />

tarde para poder tirar.»<br />

En una carta del 12 de diciembre, completa Grey estos<br />

datos de Gilbert:<br />

»Los montoncillos que construye el leipoa miden en su<br />

base de doce á trece pies de circunferencia y de dos á tres<br />

de altura; la arena y las yerbas están recogidas en un radio<br />

de quince á diez y seis, á partir del contorno exterior: véase<br />

cdmo se ejecutan estas construcciones.<br />

» Primeramente practican las aves en el suelo una depresión<br />

casi circular, de unas diez y ocho pulgadas de diámetro<br />

por siete ü ocho de profundidad: la llenan de hojas secas,<br />

heno y otras sustancias análogas; y acumulan al rededor<br />

materias semejantes. Esta primera capa está cubierta de<br />

arena mezclada con yerbas secas: antes de poner el ave abre<br />

su montecillo, es decir, practica en la cima un hoyo de dos<br />

á tres pulgadas de profundidad; deposita su huevo en la arena,<br />

cúbrele después y lo arregla todo convenientemente.<br />

Luego deposita otro en el mismo plano horizontal que el<br />

primero, p)ero en las extremidades del diámetro perpendicular<br />

al primero, y los demás en los huecos que separan los cuatro<br />

primeros. £1 macho presta su ayuda á la hembra para abrir<br />

y cerrar el montecillo: Jos indígenas aseguran que aquella<br />

L.OS MEGAPÓDIDOS<br />

rable; miden tres pulgadas tres cuartos en su diámetro longitudinal,<br />

y dos y media en el trasversal; pesan ocho onzas;<br />

su color varía del pardo claro, al rojo laca pálido.<br />

>En todo el dia no pudimos ver ningún leipoa, aunque<br />

observamos numerosas huellas, hasta en los pantanos secos<br />

á dos millas de los nidos. Resulta que el leipoa no permanece<br />

en las espesuras donde pone: los indígenas aseguran<br />

que no se le puede matar sino poniéndose al acecho cerca<br />

del nido, donde se debe esperar su llegada hasta la puesta<br />

del sol. Yo aguardé durante algunas horas sin que apareciese<br />

ningún ave, y al fin se impacientó mi guia de tal modo, que<br />

deposita cada dia un huevo (serán sin duda varias hembras);<br />

pero según entiendo, no se han encontrado nunca mas de<br />

ocho en un nido.»<br />

Dice el mismo autor que el leipoa corre largo tiempo y<br />

con increíble rapidez; no vuela si no se ve precisado á ello,<br />

ni se posa mas que para dormir. Se alimenta de insectos y<br />

granos de diversas especies. Moore refiere, que cuando se<br />

persigue á esta ave, se refugia en el primer matorral; introduce<br />

en él la cabeza y se deja coger fácilmente. Sus movimientos<br />

se asemejan á los de las gallinas domésticas; su<br />

grito, triste y plañidero, se parece al de varias especies de<br />

palomas. Gould reproduce ciertos relatos que le hicieron los<br />

indígenas, y parece creer en ellos; pero fundándonos en lo<br />

que hemos podido observar en leipoas cautivos, debemos<br />

suponer que están plagados de errores.<br />

A cada nido corresponde un macho y una hembra; ambos<br />

trabajan de consuno para formar el montecillo, ó disponer<br />

convenientemente uno antiguo; y cuando la hembra está<br />

dispuesta á poner, trabaja con su compañero para abrir y<br />

cerrar el nido. Aquella deposita un huevo diario, por espacio<br />

de ocho ó diez dias seguidos: si se los quitan, no por eso<br />

deja de seguir poniendo en el mismo nido, y asi resulta que<br />

puede producir doble numero. Trascurren cuatro meses entre<br />

la época en que el ave comienza á construir y aquella en

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